Es una guerra. Real Madrid y Manchester United están en abierto enfrentamiento tras el fallido traspaso de David de Gea al club blanco a cambio de Keylor Navas y una buena suma de dinero.

Dos superpotencias del fútbol no lograron completar a tiempo los trámites para asegurar el intercambio de porteros en el último día del mercado de fichajes. En Madrid apuntan a Manchester. Desde el norte de Inglaterra a la capital española.

Ambos están heridos. Navas por el menosprecio del club en el que quiere triunfar, De Gea por no poder cumplir su deseo de regresar a España tras haber creído que había finalizado su aventura inglesa.

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Pero, ¿qué pasará ahora con dos de los mejores porteros en el fútbol?

Hace un año Keylor Navas aterrizó en el Santiago Bernabéu después de ser la gran revelación del Mundial de Brasil y tras una gran temporada con el Levante en la liga española. Su primer reto era pelear la portería con toda una institución del Real Madrid, Iker Casillas.

Casillas fue titular y el portero tico tuvo que conformarse con las esporádicas oportunidades que se le presentaban. Navas respondió con cada llamado, pero su nombre nunca estuvo cerca de la titularidad del equipo.

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Ni siquiera cuando el capitán madridista anunció su salida del club. En el horizonte estuvo inamovible la figura de David de Gea, el deseo de la directiva del Madrid, a quien veían desde la capital española como el futuro número uno del equipo.

"Ellos (la prensa española) quieren tener a un español como portero del Real Madrid, entonces al ver un centroamericano lo aceptan y no lo aceptan", fueron las fuertes declaraciones del padre de Keylor, Freddy Navas, tras confirmarse que su hijo seguiría defendiendo la portería en el Santiago Bernabéu.

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Lo cierto es que Keylor Navas no quería salir del Madrid. Aceptó a regañadientes su salida al Manchester United porque no quería pasar otro año en el banquillo, pero su corazón y mente siempre estuvieron de blanco.

Es posible que su aventura con el número uno del Real Madrid tenga fecha de caducidad en 2016, pero sabe que en esta temporada tiene la posibilidad de demostrar a la directiva blanca de su valor.

Para David de Gea la herida tardará más en cicatrizar. En su último partido con el Manchester United la pasada campaña, el portero español se lesionó y en su lugar entro su compatriota Víctor Valdés.

Mientras se retiraba del campo De Gea se despedía de los aficionados consciente que ese podía haber sido su último partido de diablo rojo.

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Al fin de cuentas, había sido el mejor jugador del club inglés durante la temporada, el Real Madrid lo quería y sólo le quedaba un año de contrato. Además, habían traído a Valdés para que fuera su sustituto.

Pasaron tres meses y su anunciado fichaje por el Madrid nunca se concretó y hubo que esperar hasta el último día del mercado de fichajes para ser protagonista del "ridículo" que supuso la negociación entre ambos clubes.

El portero español no ha jugado un partido oficial con el United este año debido a que no estaba concentrado, como arguyó el técnico Louis van Gaal, quien contrató al argentino Sergio Romero para ocupar su puesto.

Pero el argentino no ha convencido –pese a no recibir goles en tres de los cuatro partidos disputados– y la prensa y exjugadores británicos lo culparon del segundo gol del Swansea en la derrota de su equipo el pasado fin de semana.

De Gea también tiene otras tres opciones que barajar esta temporada. Una es renovar el contrato que Manchester United le ofreció y que le garantiza un salario más elevado de lo que se informa le prometía el Real Madrid.

Las otras son salir gratis hacia la capital española el próximo año o esperar que llegue la paz entre ambos clubes antes del mercado de fichajes de enero, donde podría concluir la novela que esta semana anunció "continuará...". (D)