Rodrigo Figueroa, preparador físico de la Tricolor, nació en Santiago en 1962, pero la mayor parte de su vida vivió fuera del territorio al que ahora vuelve para ser parte del cuerpo técnico nacional en la Copa América frente a su país de origen. En 1976, Figueroa dejó Chile para radicarse en Argentina, donde culminó sus estudios; luego residió en Bolivia, donde trabajó con el entrenador Gustavo Quinteros en Blooming, Oriente Petrolero y la selección andina. Desde el 2012 se radicó en Ecuador, donde logró con Emelec -junto a Quinteros-, el bicampeonato 2013-2014. Ahora apunta tener otro éxito con Quinteros en la Copa y en la eliminatoria.

¿Siente algo especial por debutar con Ecuador frente a su país de origen, Chile?
No. Exclusivamente es especial porque debuto defendiendo a un país que en los últimos tres años me ha dado muchísimo. He recibido mucho respeto, cariño, me han tratado muy bien. Lo especial va a ser por defender en este momento (mañana) a Ecuador.

¿Chile tendrá la presión por ser favorito?, ¿Ecuador puede aprovechar ese aspecto?
Eso entra en el plano de los supuestos. Tal vez, a lo mejor, quizás. Cuando se hacen esos análisis se dice que la presión viene de la gente (afición), pero en los lugares que nos ha tocado trabajar hemos tratado de hacer exactamente lo mismo. Es decir, jugar de la manera que pretende Gustavo (Quinteros). A veces se puede, a veces no, pero todo el marco, el contexto y el folclor influye. Aunque un legendario y mítico entrenador decía: ‘Yo todavía no he visto un hincha que salte a cabecear’.

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¿Qué tipo de trabajo comenzó a realizar Ecuador desde su primera práctica en Santiago, el lunes anterior?
Como siempre, y después de un partido (amistoso, como el ganado 4-0 a Panamá en el Capwell, el sábado anterior) se hace lo que todo el mundo: dividir el grupo en los que jugaron y los que no lo hicieron para equilibrar un poco las cargas físicas. Los que jugaron hicieron un trabajo de potencia 1; los que no, hicieron los ejercicios para entrar en calor y actividades en espacios reducidos, que lo utilizamos mucho para poder presionar o hacer superioridad numérica.

¿En su área de preparación física hay algún trabajo especial que vaya a realizar la Tri para medir a Chile?
No, nada. Lo especial es trabajar sobre el control y presión con el balón y en el buen trato (de la pelota). Gracias a Dios en el equipo ecuatoriano que trabajé, que es Emelec, y ahora de lo que veo en la Selección, a los futbolistas de acá les gusta jugar así (bien) y eso ayuda a que esto sea más entretenido y también más efectivo.

¿Cómo está la situación médica de los lesionados Jaime Ayoví y Renato Ibarra? ¿Ellos han hecho trabajo distinto al resto?
Eso hay que preguntarle al cuerpo médico. Por ahora ellos (Ibarra y Ayoví) no tienen el alta médica. Están haciendo trabajos de recuperación. Uno (Jaime) se lesionó contra Panamá (en el primero de los dos amistosos, el 3 de junio pasado). Ibarra llegó con una molestia de su club (Vitesse Arnhem, de Holanda), y en los dos últimos partidos de la temporada no pudo jugar por una antigua molestia que arrastra. A ambos se los está tratando de recuperar.

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Como un observador del aspecto emocional y psicológico, ¿cómo evalúa la actualidad de la Tri antes del inicio de la era de Quinteros en un certamen oficial?
Están muy bien (los jugadores). Hay algunas señales de que tienen muchas ganas, están comprometidos porque saben lo que significa defender a su camiseta y sus colores. Esperemos que ese día (mañana) todo salga como esperamos que salga. (D)

Si bien es una realidad que se enfrentan dos países (Chile y Ecuador) esto es pura y exclusivamente fútbol. Solo eso.Rodrigo Figueroa, PF de Ecuador