En el 2011, en plena euforia mundial por el fútbol vistoso del FC Barcelona de Josep Guardiola –la consigna primordial era “dar espectáculo, agradar a la gente. La clave no es ganar siempre, sino cómo ganas”–, coleccionista de títulos con un cautivador estilo ofensivo (catorce coronas de 19 posibles en cuatro temporadas), Alfredo Di Stéfano polemizó al decir que el azulgrana “es un gran equipo, sí; pero el mejor de la historia es la Máquina de River Plate”.