Con 30 minutos de tiempo transcurrido en el encuentro entre América de México y Herediano de Costa Rica, correspondiente al duelo de ida de las semifinales de la Concacaf Liga Campeones, las Águilas sufrieron la expulsión del ecuatoriano Michael Arroyo, hasta ese momento uno de sus elementos más destacados, que había generado jugadas peligrosas para abrir el marcador.

Arroyo golpeó el tobillo izquierdo de Cristhian Lagos, que al caer al piso fue pateado en la cabeza por otro jugador del América, Paolo Goltz, al intentar despejar el balón, y de inmediato se desató un conato de bronca entre los elementos de campo con los integrantes del banquillo costarricense.

Tras el incidente, Arroyo fue el único expulsado y luego de eso, Esteban Ramírez abrió la cuenta para el equipo local a los 52 minutos, Yendrick Ruiz amplió a los 69m y Jonathan Hansen completó la goleada de los costarricenses a los 82m.

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Con ese resultado, las Águilas tienen prácticamente un pie afuera, ya que en el juego de vuelta, que se disputará el próximo 8 de abril en el Estadio Azteca, los mexicanos deben ganar por más de tres goles y si reciben uno, deberían anotar cinco para acceder a la final.

Arroyo envió un mensaje a los indignados aficionados americanistas a través de su cuenta de Instagram. “No me voy a esconder de nadie porque no he robado ni matado a nadie. Digan lo que quieran decir, estoy presente sin miedo de nada, siempre enfrentando cualquier situación”. (D)

Sé que no fue una noche como todos esperábamos, pero Dios sabe por qué hace las cosas... hay otro partido de vuelta.Michael Arroyo, jugador de América