La polémica surgida en torno a los balones desinflados durante la final de la Conferencia Americana se hizo presente en la jornada de preparación de la 49ª edición del Super Bowl con la confirmación oficial de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) que se reforzará la vigilancia de los 108 oficiales disponibles para el partido.

El vicepresidente de los árbitros de la NFL, Dean Blandino, aseguró que se trabajará con seriedad ese asunto. “Habrá más seguridad debido al ambiente en el que nos encontramos para este partido. No habrá lugar a que haya ningún tipo de problema ni sospecha”.

Los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Seahawks de Seattle, protagonistas del duelo de mañana en el University of Phoenix Stadium, de Glendale (Arizona), prepararán 54 balones cada uno.

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Cada equipo entregó ayer sus balones (que luego serán donados por caridad) a Medlin y a la NFL que los resguardará hasta tres horas antes del partido. El árbitro Bill Vinovich los probará para asegurarse de que cumplan la norma de estar entre 12,5 y 13,5 libras por pulgada.

Mientras, los aficionados que asistan al Super Bowl serán sometidos a estrictos controles de seguridad, y aunque según funcionarios estadounidenses no hay amenazas terroristas a la vista, se han tomado medidas para evitar los llamados “lobos solitarios”. (D)