La felicidad por llegar a la final embargó ayer a dirigentes, jugadores y cuerpo técnico de Barcelona, que se quedaron casi sin palabras para describir la alegría que los invadió tras vencer 0-1 a Universidad Católica en el Olímpico Atahualpa. Así se convirtieron en el rival de Emelec para jugar las finales por el título esta semana.