Durante 90 minutos la presión del partido contra Trinidad y Tobago en Puerto España fue intensa para Ecuador. Pero esa tensión se desahogó cuando en minutos adicionales, la artillera Mónica Quinteros consiguió el gol histórico (0-1) que le otorgó al fútbol ecuatoriano su primer Mundial femenino.

“El partido fue durísimo y de muchos choques y roces. Solo hablábamos entre nosotras para tranquilizarnos y mantener el orden”, reveló Ligia Moreira, capitana de la selección nacional, que tenía previsto arribar a la medianoche de ayer a Quito, luego de ganar a la caribeña la serie de repechaje el miércoles.

Saludos de las seleccionadas nacionales

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“La consigna era mantener el arco en cero (si se registraba el mismo empate sin goles del juego de ida en el Atahualpa se forzaba a tanda de penales) y soportar hasta el final”, contó Moreira.

Luego del gol de Quinteros y el pitazo final de la jueza arbitral sueca Esther Staubi, se desató la euforia de las tricolores, un festejo que se prolongaba hasta antes de subirse al avión y seguirá hoy con el recibimiento en casa.

“Primero nos abrazamos entre todas por el logro obtenido, en la noche festejamos en la piscina del hotel y hoy (ayer) en la mañana fuimos a recorrer la playa de Puerto España”, relató la capitana sobre el viaje que se convirtió en un sueño hecho realidad.

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Pero la ilusión de las tricolores recién comienza: competir en el Mundial de Canadá 2015, que se disputará en junio próximo, no es la única. “Esperamos que esto sea el plus que necesita el fútbol femenino en Ecuador para que se profesionalice”, anhela Moreira, sus compañeros y la seleccionadora Vanessa Aráuz.