El FC Barcelona sufrió este sábado hasta el final para ganar 2-1 en su visita al Almería en un partido que tuvo como protagonista al delantero uruguayo Luis Suárez, suplente primero y después salvador de su equipo con dos asistencias.

El partido, correspondiente a la undécima jornada de la Liga española, fue una pesadilla para el equipo azulgrana, que en la segunda parte remontó el tanto inicial del francés Thievy con los goles de Neymar y Jordi Alba con sendos pases de Suárez. Pero el juego del FC Barcelona volvió a dejar enormes dudas.

El equipo azulgrana mostró su peor imagen en la primera parte.

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Todo comenzó con la sorprendente alineación de Luis Enrique, que dejó en el banquillo a Neymar, Suárez y Xavi Hernández. Los tres entrarían en la segunda mitad. Tampoco estuvo Gerard Piqué, quien no jugó por tercer partido consecutivo.

El Almería tuvo el encuentro que quería. Se replegó atrás con muchos futbolistas y el Barcelona no lo exigió porque sus ataques fueron muy previsibles. Tampoco ensanchó el campo con Pedro y Munir, y los laterales apenas sorprendieron. Lionel Messi, desesperado, se alejó del área para entrar en contacto con el balón.

Todo transcurrió plomizo y el FC Barcelona no ofreció noticias de su llegada a Almería hasta los 28 minutos de partido. Fue entonces cuando Ivan Rakitic cabeceó, Rubén despejó y Messi tuvo una nueva ocasión visitante, pero el remate del argentino se fue al larguero.

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No hizo más el FC Barcelona antes del descanso. Lo siguiente fue el gol del Almería, que ocurrió a los 37 minutos.

Messi perdió un balón cerca del área local y el contraataque fue fulminante. El Almería logró el tanto con sólo dos pases y una larga carrera del delantero Thievy, quien dejó muy atrás a un lento Marc Bartra. El francés definió ante Claudio Bravo con toda tranquilidad.

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Fue una jugada que retrató el mal momento del FC Barcelona: pérdida de balón de un jugador tan seguro como Messi, mala colocación del equipo, lentitud en el repliegue y distracción de los defensas.

Nada más concluir la primera parte, Luis Enrique ordenó calentar a Neymar y Suárez. Necesitaba urgentemente un nuevo plan, visto el fracaso del anterior.

Las nuevas incorporaciones tuvieron una consecuencia sobre Messi: el argentino jugó en la banda derecha, como en sus orígenes en el FC Barcelona hace diez años, dejando a Suárez como delantero centro.

Messi, sin embargo, sumó su tercer encuentro consecutivo de la Liga española sin marcar y no pudo superar al legendario Telmo Zarra como máximo goleador de la historia de la Liga española.

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A cambio, Suárez protagonizó casi todas las ocasiones de su equipo en la segunda parte. Avisó con un disparo al larguero y a los 73 minutos asistió a Neymar para que el brasileño marcara.

Suárez también fue providencial en el tanto del triunfo visitante, pues a nueve minutos del final asistió a Jordi Alba y el lateral español marcó desde cerca con habilidad.

El uruguayo, que comenzó como suplente, salvó con sus pases tres puntos vitales para un FC Barcelona que ganó tras dos derrotas consecutivas en la Liga española, pero que mantiene o incluso acrecienta las enormes dudas sobre su forma de jugar.