Decenas de hinchas de Barcelona recibieron este domingo a los jugadores con cánticos y aplausos en el aeropuerto internacional José Joaquín de Olmedo, luego del polémico partido que perdieron ayer 2-1 ante Independiente del Valle en el estadio General Rumiñahui.

Los futbolistas del cuadro canarios, que no hablaron con los medios de comunicación, agradecieron a sus seguidores por el apoyo y se tomaron fotos con ellos.

Los incidentes en el estadio General Rumiñahui comenzaron con la expulsión del portero Máximo Banguera, a los 42 minutos por doble tarjeta amarilla, pero todo se agravó cuando el juez Vinicio Espinel le mostró la cartulina roja Damián Lanza, quien ingresaba a custodiar el arco torero.

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Esto condicionó a los canarios para la segunda parte del juego, ya que tuvieron que prescindir de los servicios del argentino Ismael Blanco, en la ofensiva, para que asuma las funciones de arquero.

Independiente aprovechó la ausencia de los porteros titulares y comenzó a bombardear el arco torero y a los 64 minutos, Daniel Angulo doblegó a Blanco; en la primera etapa el delantero había anotado el empate 1-1.

Con esta victoria, el cuadro de Sangolquí asumió el liderato de la segunda etapa del torneo nacional y los canarios pasaron al segundo puesto.