Elástico como un gimnasta, resistente como un maratonista y luchador como un gladiador: el serbio Novak Djokovic demostró ayer una vez más que no hay dificultad física, anímica o tenística a la que no se pueda sobreponer.

Su victoria por 6-7 (7-9), 6-4, 7-6 (7-4), 5-7 y 6-4 sobre el suizo Roger Federer en una emotiva final no solo significó su segundo título en Wimbledon y su regreso a lo más alto del ranking mundial del tenis, sino también una enorme inyección de necesaria confianza.

“Gracias por dejarme ganar hoy”, le dijo Djokovic a Federer en la ceremonia de premiación. Una broma con trasfondo serio, porque haber perdido tras desperdiciar una ventaja de 5-2 en el cuarto parcial hubiera sido devastador para el serbio.

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Tres finales de Grand Slam consecutivas perdidas, la última de ellas ante el español Rafael Nadal en Roland Garros, su asignatura pendiente, eran una carga pesada para alguien tan acostumbrado al éxito como Djokovic. Y más si su último gran trofeo se remontaba a enero del 2013, en el Abierto de Australia. Pero la confianza perdida no solo se debió a las derrotas, sino también a una lesión en la muñeca derecha que le generó dudas desde el inicio de la temporada.

El serbio debió ausentarse durante un mes en la gira sobre arcilla e incluso su presencia en Wimbledon estuvo en duda. Sin embargo, logró sobrellevar los problemas físicos para avanzar hasta las instancias finales en Londres pese a no mostrar su mejor nivel.

En la final, Djokovic dio muestra de su resistencia de acero. Tras un fuerte resbalón en el inicio del segundo set, se lastimó el tobillo derecho y debió pedir asistencia. El partido se presentaba doblemente cuesta arriba tras caer en la primera manga, pero el serbio se recuperó en ambos planos.

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Y lo volvió a hacer en el quinto set, tras haber estado a un punto del título y de la cima del ranking, y con Federer hecho un vendaval. “Después de perder el cuarto set no era fácil recuperarse, pero no sé cómo logré hacerlo”, confesó el serbio entre lágrimas de alivio.

Quitado ya su estigma, el serbio llega a la segunda mitad del año con la confianza renovada. Y listo para defender ante Nadal un primer lugar que ahora le pertenece.

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3 millones de dólares
Es el premio económico que recibió Novak Djokovic por ganarle la final de Wimbledon a Roger Federer. Ambos se han enfrentado 35 veces, 18 juegos ganó el suizo y 17 el serbio.

Él (Djokovic) alcanzó tal nivel que le resulta normal llegar a una semifinal o una final de Grand Slam. Esto muestra que está buscando la manera de mejorar. Y es una de las razones por las que estoy aquí con él.Boris Becker, entrenador de Djokovic