Luis Suárez puede aprender a dejar de morder a sus rivales, pero “no será un proceso fácil”, coincidieron psicólogos luego de que supuestamente mordiera en el hombro al defensor italiano Giorgio Chiellini.

“Por lo que vi en el video, Suárez desquitó su frustración y su enojo en Chiellini porque le bloqueó el acceso a la pelota, mordiéndolo de forma reactiva e impulsiva”, señaló Eva Kimonis, profesora de Psicología de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia.

“Es probable que no haya pensado en la gravedad de sus actos, dada su historia violenta en el deporte, hasta que ya fue demasiado tarde”, agregó.

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Kimonis dijo que, aunque es una conducta normal en la infancia temprana, morder en la adultez es algo poco usual y podría ser una manifestación de un patrón amplio y de largo plazo de mal comportamiento, que implica otras formas de agresión, como golpes o gritos.

Suárez fue sancionado el año pasado en Inglaterra con diez partidos por morder al defensa del Chelsea Branislav Ivanovic. En el 2010, cuando jugaba para el Ajax holandés, fue suspendido siete fechas por morder a Otman Bakkal, del PSV.

Para la doctora Corinne Reid, de la Universidad de Murdoch, en Australia, podría haber una dimensión más amplia que necesitaría ser examinada.

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“Sería importante revisar si él cree que su comportamiento se justifica”, dijo Reid. “Si así es, y si esa opinión tiene respaldo, pasivo o activo, por parte de sus compañeros de equipo o los entrenadores, entonces un cambio es poco probable”, agregó.