“Sí se puede, muchachos, ¡vamos Ecuador!”. El grito de Ermen Benítez, invitado por Felipe Caicedo al Mundial, rompe el silencio al final del viaje en el vuelo chárter que trasladó al combinado nacional desde Brasilia hasta Porto Alegre.

Al aterrizar el avión en el aeropuerto Salgado Filho, la Pantera Benítez arengó a los presentes a que aplaudieran a los jugadores tricolores.

La derrota ante Suiza 2-1 en Brasilia golpeó a la delegación. Los familiares y cercanos de los jugadores y la dirigencia que acompaña a la Tri intentaban buscar las razones del gol del rival en el último minuto.

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Los jugadores abordaron el avión en silencio. Primero ingresó Carlos Gruezo, luego Frickson Erazo, y así el resto, entrenados con saco azul y camisa celeste.

Las esposas de los futbolistas de la Tricolor habían ingresado primero, y también aplaudieron y gritaron: “¡Vamos muchachos!”.

Durante el trayecto, fueron pocos los futbolistas que se acercaron a la parte de atrás del avión para dialogar con sus familias. Primero lo hizo Felipe Caicedo, quien saludó a su padre, Duque Caicedo, y a Benítez. También saludó con un beso a su novia, María García.

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Luego acudió Enner Valencia, quien recibió la felicitación de Benítez por el gol del artillero del Pachuca mexicano.

Pero el mejor recibimiento lo obtuvo de su pareja, Sharon Escobar, quien le dio un sonado beso. Enner permaneció un rato con ella durante el viaje.

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La selección ecuatoriana de fútbol entrenó ayer lunes en la mañana a puerta cerrada en el complejo de Vila Ventura de Viamão y en la tarde tuvieron libre.

Anoche se suspendió un amistoso de la Tri con el equipo sub-23 de Inter de Porto Alegre, que estaba previsto para hoy en el estadio Vieirao, Gravataí.

2-2
Igualaron la Tri y Honduras en amistoso de noviembre.