Las lágrimas que derramó el colombiano Radamel Falcao por la lesión que sufrió el pasado 22 de enero reflejaron el drama que vive todo futbolista por el temor de quedar marginado de una Copa del Mundo; y aunque el cafetero está entre los preseleccionados de su país, admite que es difícil llegar al 100% a Brasil 2014.