El director técnico de Italia, Cesare Prandelli, no tiene tiempo para las teorías conspirativas y el fútbol negativo que con frecuencia han acompañado al cuádruple campeón mundial.

En poco menos de cuatro años, Prandelli revivió al equipo de las cenizas de un amargo fracaso en el Mundial 2010 y convirtió a Italia en una selección con un fútbol mucho más agradable de ver.

El histrionismo y un sistema defensivo áspero fueron reemplazados por un juego más abierto y de ataque, aunque ocasionalmente deje al equipo vulnerable al tipo de palizas como la que recibió en la final de la Eurocopa 2012 frente a España, cuando perdió por 4-0.