Jugadores de la selección de México expresaron ayer su confianza en superar el complicado Grupo A del Mundial de Brasil e incluso de derrotar al equipo anfitrión, al que adjudican la presión del favorito.

“Creo que a Brasil le ha costado siempre enfrentarse a México y esta no puede ser la excepción. La presión la tienen ellos, están en su casa”, aseguró el mediapunta Marco Fabián (Cruz Azul) tras un entrenamiento de la selección.

“Para nosotros es un partido difícil pero no imposible. Podemos ganarles tanto a ellos como a Croacia, como a Camerún”, subrayó Fabián, que formó parte de la selección sub-23 que derrotó a Brasil en la final del torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

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El joven delantero Raúl Jiménez (América) coincidió en que el equipo tricolor no debe considerarse inferior a ninguno de sus rivales del grupo.

“Hay que ponernos metas grandes, de ganarle a cualquiera, para lograr el objetivo que queremos”, afirmó Jiménez.

Mientras, el veterano defensa Carlos Salcido (Tigres), la sorpresa de última hora en la lista de 23 convocados de Miguel Herrera, agradeció que el técnico lo tenga en cuenta para jugar en varios lugares de la zaga y el centro del campo.

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“Gracias a Dios he estado jugando en varias posiciones y eso me alegra mucho porque ha sido algo bueno para mí, algo que ni yo me imaginaba”, reconoció el exjugador del PSV Eindhoven holandés, de 34 años.

La concentración de la selección arrancó la noche del lunes con nueve futbolistas, a la espera de que el resto se vaya incorporando a medida que termine su participación en competencias mexicanas o europeas.