La Policía española detuvo al seguidor del Villarreal que lanzó el domingo anterior una banana a Dani Alves, futbolista brasileño del Barcelona, acusándolo de “un delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas”.
David Campayo Lleo, de 26 años, fue arrestado, acusado y luego puesto en libertad, pero tendrá que presentarse ante un juez en una fecha aún por determinar, dijo ayer una portavoz de la policía. Campayo Lleo encara una condena de uno a tres años de prisión si es encontrado culpable de racismo.
Villarreal anunció que expulsó al seguidor de por vida, pero Alves, quien ya criticó el nivel de racismo en España anteriormente, consideró que esto no era suficiente. “Si pudiera, pondría la foto del aficionado en internet para que pase vergüenza”, dijo el lateral a Radio Globo. “Hay mucho racismo en cuanto a los extranjeros. (En España) se venden como un país del primer mundo, pero en algunas cosas están muy atrasados”, agregó Alves, de 30 años.
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Las imágenes del internacional brasileño recogiendo y dando un mordisco a la banana en un partido por la liga española dieron la vuelta al mundo y fueron ampliamente respaldadas por personas de distintos ámbitos, que denunciaron la provocación racista.
Esta temporada, otros jugadores como Paulao, el defensa brasileño del Betis, y el lateral francés Allan Nyom, del Granada, también han sufrido comportamientos similares.