El fútbol mexicano aplica desde ayer en sus estadios el protocolo contra el racismo dictado por la FIFA y la Concacaf, anunció la Comisión Disciplinaria de la federación azteca.

El protocolo será aplicado en todos los partidos que se disputen de los torneos de Liga y de Copa del máximo circuito, y del ascenso o segunda división.

La decisión de ejecutar este plan fue hecha pública luego de que los equipos León y Pachuca denunciaran públicamente que algunos de sus jugadores fueron agredidos por hinchas con cantos y sonidos racistas.

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Los colombianos Franco Arizala y Eisner Novoa, compañeros en el equipo León, y la pareja ecuatoriana del Pachuca que forman Walter Ayoví y Enner Valencia, recibieron estos insultos en la sexta y la octava jornada, según las denuncias.

Una de las medidas que propone el protocolo es que frente a actos racistas, el árbitro pueda parar el partido y pedir poner fin a esa conducta.