El portugués Eusebio da Silva Ferreira, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, murió ayer en Lisboa a los 71 años debido a un paro cardiorrespiratorio, anunció el Benfica, equipo con el que se convirtió en leyenda en la década de los 60 y en héroe del país al que guio al tercer lugar en el Mundial de Inglaterra 1966.

La Pantera Negra ya había sido hospitalizada algunas veces por problemas de salud. A finales de junio del 2012 sufrió un accidente vascular en el cerebro y estuvo ingresado durante 10 días.

Eusebio será enterrado hoy en el cementerio de Lumiar, al norte de Lisboa, muy cerca del estadio Da Luz, donde juega el Benfica. Antes, se celebrará una misa y, conforme a los deseos del exfutbolista, su féretro recorrerá el estadio para que los seguidores puedan despedirlo. Su cuerpo descansa desde ayer en la capilla ardiente del recinto deportivo.

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Bufandas, mensajes, flores y banderas con los colores del Benfica cubren la estatua de bronce del legendario Eusebio, delante del estadio Da Luz, lugar elegido por los hinchas para homenajear al ídolo recién fallecido.

La muerte de Eusebio, considerado el mejor jugador portugués de la historia, ha sacudido su país donde el exartillero era considerado un mito deportivo, pero también un referente humano. El gobierno luso decretó tres días de luto nacional y dispuso que las banderas ondearan a media asta. La Federación Portuguesa de Fútbol ordenó que se guardara un minuto de silencio antes de los partidos de ayer en la Copa de Portugal.

Famoso por su buena voluntad, Eusebio permaneció vinculado al Benfica como asistente luego de su retiro, y viajó con Portugal como embajador deportivo.