Daniel Passarella tuvo un glorioso pasado como zaguero y entrenador de River Plate, pero su actualidad como fracasado expresidente del popular equipo argentino es borrascoso. Su futuro legal es incierto.

Un fiscal argentino solicitó el lunes anterior el arresto de Passarella, otros exdirigentes del club y barrabravas por supuesta estafa en la reventa de boletos, en el marco de numerosas denuncias contra la gestión del exfutbolista de 60 años.

De acuerdo con la investigación, el caso salpica además a integrantes de la Policía Federal, todos aparentemente involucrados en una maniobra en la que se revendían las entradas para partidos de fútbol y recitales que se realizaban en el estadio Monumental, el más grande de Argentina, según publicó el diario deportivo Olé.

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Passarella, uno de los íconos de la historia contemporánea de River (como defensor fue campeón de los torneos Metropolitano y Nacional de 1975, Metropolitano de 1977, en 1979 capturó los dos certámenes otra vez, Metropolitano de 1980 y Nacional de 1981) no repitió sus éxitos en su fase como presidente. Durante su discutida gestión no ganó títulos y el legendario cuadro de Buenos Aires, tras el Clausura 2011, perdió la categoría por primera vez.

La solicitud de arresto se hizo con base en las pruebas resultantes de decenas de escuchas telefónicas que constan en más de 400 fojas de la investigación. El fiscal solicitó el allanamiento del club, de los domicilios de los involucrados y la detención de Passarella, capitán de la selección albiceleste que ganó el Mundial 1978, en Argentina, e integrante del plantel que se consagró en México 1986.

También solicitó el arresto de Diego Turnes (exvicepresidente), Gustavo Poggi (exresponsable del área de socios), Eduardo Rabufetti (exvocal) y Andrés Monteiro (gerente de Top Show, empresa que hacía el canje de entradas para socios).

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El nuevo presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, reveló que la anterior administración dejó un pasivo de $ 66 millones y no de $ 59 millones como había informado el Káiser Passarella.