Daniel Passarella se despidió de River Plate tras cuatro años en la presidencia con duras acusaciones contra el mandamás del fútbol argentino, Julio Grondona, a quien responsabilizó por el histórico descenso de su equipo en el 2011, y dijo que no buscó la reelección para que los arbitrajes no siguieran perjudicando a los millonarios.

“Mi único error fue haberme peleado con Grondona (presidente de la Asociación del Fútbol Argentino-AFA)”, dijo Passarella en rueda de prensa el pasado miércoles antes de la elección de su sucesor, que se realizará el domingo.

El Kaiser relató que la desgracia de River comenzó a principios del 2011 cuando le pidió la renuncia a Grondona en una reunión del comité ejecutivo de la AFA. A mediados de ese año, el club millonario se fue al descenso por primera vez en su historia.

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“Después de lo que pasó en la reunión con Grondona, no creo que ni (Pep) Guardiola ni (José) Mourinho fueran capaces de salvar a River”, ironizó el excapitán de la selección argentina campeona del mundo en 1978, en referencia a los reputados técnicos actuales del Bayern Munich y del Chelsea, respectivamente. “Para castigar a un rebelde que hacía las cosas diferentes, castigaron a 17 millones de hinchas de River y nos mandaron a la B”, afirmó.

El directivo insistió en que la saña de Grondona con River continuó y denunció que al cuadro de la banda roja “lo robaron” con fallos polémicos de los árbitros en las primeras fechas del actual torneo inicial.

Passarella podía presentarse a la reelección, pero dijo que declinó la candidatura para que no siguieran perjudicando a River desde la AFA. Sin embargo, el saliente presidente no es muy popular entre los socios millonarios, según distintas encuestas difundidas por los medios de comunicación.

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Grondona, quien desde hace casi 30 años maneja los hilos del fútbol argentino, ha dicho que dejará la AFA en el 2015 al concluir el actual periodo.