Luis Fernando Suárez aseguró que se marchó de Ecuador “por la puerta de atrás” al dimitir en noviembre del 2007, tras una derrota 5-1 ante Paraguay por la eliminatoria a Sudáfrica 2010. Pero el entrenador colombiano, invicto con la Tri en la Copa América de 1997, y que luego obtuvo el boleto al Mundial 2006 donde la Selección cayó en octavos de final ante Inglaterra (1-0), reconoció en el programa City Noticias, de Radio City, que varias de sus mejores vivencias a nivel profesional y personal las tuvo en Ecuador. Suárez explica por qué cree que se graduó como técnico en Honduras, rival del combinado nacional hoy, en Houston.

¿Qué recuerda de la clasificación al Mundial 2006 y del paso de la Tricolor a octavos de final en ese torneo?
Todos son recuerdos gratos, de gran alegría. Me recuerdan lo que significó Ecuador en mi vida profesional, fue importantísimo laborar ahí. Si hay un lugar que me hizo crecer como entrenador, como profesional, fue Ecuador, por la vivencia en la eliminatoria. Tomé a la Selección cuando ya había empezado (el premundial), se habían jugado  cuatro o cinco partidos jugados. Hice algunos cambios que pensé que eran necesarios y el conocimiento que tenía del futbolista ecuatoriano me dio cierta  facilidad para adaptarme. Gracias a Dios se clasificó y bien. La FEF nos dio todas las facilidades, apoyo y aditamentos, hubo una infraestructura de trabajo bien montada para hacer un buen Mundial en Alemania. Se llegó a ese cuarto juego e hicimos un gran partido contra Inglaterra. También hay gratos recuerdos de mi vida personal; a Ecuador le debo casi todo en ese sentido.

Cuando anunció su renuncia como DT de la Tri estaba visiblemente consternado en la rueda de prensa, ¿se marchó resentido, volvería a dirigir el Ecuador?
Después del Mundial (2006) una mala decisión fue no saberse ir. Había cierto desgaste y se reflejó en la siguiente eliminatoria (rumbo a Sudáfrica 2010). Yo lo pensé mucho antes de aceptar la Selección y por cariño se renovó, pero me parece que fue una mala decisión. Debí haberme ido después del Mundial y por la puerta de enfrente y no por la de atrás como me tocó, renunciando. Hubo un montón de críticas injustas, pero son circunstancias del fútbol e inherentes a mi cargo. Tomé la decisión con tristeza y me dolió, pero se si ponen en una balanza las cosas buenas y las malas son muchos más grandes los recuerdos gratos y las alegrías, desde que empecé mis vivencias en Ecuador, en 1995 (como asistente de Francisco Maturana), que lo que pasé en el último año. No hay ninguna situación por la que no pueda volver, pero lo que sí es cierto es que uno recorre caminos y repetirlos es bien complicado. Lo importante es que son más grandes mis agradecimientos al país que algún recuerdo ingrato que pueda haber tenido.

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Usted hizo debutar en la Selección mayor a Antonio Valencia, ¿imagino su  potencial?
En ese momento él no tenía techo. Antonio, en el debut (27 de marzo del 2005, en Quito) hizo dos goles en el partido que perdíamos contra Paraguay (victoria 5-2) y luego contra Perú, en Lima, hizo un gol más  (2-2). Que un jugador, que es volante y no delantero, en los primeros dos partidos con la mayor haga tres goles, hizo que uno mentalmente viera que era un futbolista de mucho futuro. Luego se forjó en otras partes y tuvo un aprendizaje importante en España (en el Villarreal y Recreativo) y llegar a Inglaterra no era cuestión de trámite, pero veíamos que podía conseguir muchas cosas. Siempre le dije que era el más europeo de todos los ecuatorianos por esa condición de ida y vuelta (en la cancha). Es un jugador muy, muy valioso, de buenas condiciones.

Con Ecuador clasificó al Mundial 2006 y pasó de ronda, pero dijo que lograr el boleto a Brasil 2014, con Honduras, lo graduó como técnico, ¿por qué?
Básicamente es un recordatorio de cosas. Cuando uno gana se olvida de cómo llegó (al éxito), de los sacrificios que hizo. Se olvida uno de esos momentos y cree que un trabajo en cualquier equipo se puede hacer de cualquier manera y conseguir triunfos. Las derrotas y los fracasos, cuando son grandes, son los que más te ayudan. El mensaje que yo mismo me quería dar (al hablar de graduación) es: “Llegaste a un segundo Mundial, pero todavía puedes crecer y aprender”. Hoy tengo más experiencia, soy más maduro al tomar decisiones, pero el mensaje es que tengo más que aprender. Llegas a una meta y después de graduarse hay que buscar un master o una cosa diferente, pero siempre en pos de crecer y no creer que ya lo  sabe todo. Es un mensaje que le doy a la gente, pero lo más importante es que me lo estoy dando yo: todos los días se aprende.

¿Por qué los técnicos colombianos consiguen objetivos afuera –Suárez y Reinaldo Rueda clasificaron con la Tri y Honduras a Mundiales; Hernán Darío Gómez también lo hizo con Ecuador y Colombia– pero su país va a Brasil 2014 con un DT extranjero?
Lo primero indica que Colombia tiene muy buenos entrenadores, no solo en el caso de los que estuvieron en Ecuador, como Pacho y Bolillo, sino también Jorge Luis Pinto, con Costa Rica. En Colombia hay muchos y muy buenos técnicos que quieren aprender y tienen capacidad; están metidos mucho en el trabajo táctico, que es interesante hoy en día. Pero lo segundo indica que Colombia es un país medio complicado en varias cosas. Somos un país de regiones y eso te hace crecer por cuestión de competencia, pero también te puede estancar cuando, por ser de un determinado lugar, lo que más se busca son defectos y no virtudes. Luego de tan buenas campañas en los años 90 –tres boletos seguidos a mundiales- llegaba cualquier entrenador y se le miraba lo malo que podía ser y siempre lo malo era por pertenecer a una región. Hubo un momento en que lo único que convenía era un DT extranjero y en el caso de la elección, fue la mejor. (El argentino José Néstor) Pekerman llegó fácil al jugador colombiano y su perfil se ajustó al del futbolista colombiano y los hizo jugar bien. Consiguió una clasificación que añoraba Colombia (desde 1998).  Pero el técnico colombiano muestra su capacidad en lugares diferentes a su país y eso habla bien de su nivel profesional.

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Rivalizará con  Ecuador por primera vez, ¿qué se puede esperar de este juego?
No es la primera vez, en Guayaquil jugamos en el 2012 un partido que ganó 2-0 Ecuador, pero ahora será un escenario diferente. En ese momento eran dos equipos que se preparaban para la eliminatoria y hoy son dos selecciones clasificadas que han crecido mucho. Honduras tiene un muy nivel técnico-táctico aprovechado, en mi caso, por el muy buen trabajo que Reinaldo (Rueda) hizo acá; dejó una buena herencia. Honduras es un equipo muy aplicado, muy fuerte, potente, con experiencia. Tiene gente jugando en Inglaterra, Escocia, Estados Unidos, Polonia; tiene recorrido y está muy motivado por la clasificación. Tiene cosas buenas que sumadas a las condiciones futbolísticas de Ecuador harán que se vea un buen partido en Houston.

¿Quién es la figura de Honduras?
En la parte defensiva tenemos a Maynor Figueroa (Hull, de la Liga Premier), que es muy importante para nosotros. Arriba tenemos un delantero que ha sido vital, goleador en la selección: Carlo Costly (Guizhou Zhicheng, de China). Y también a Jerry Bengston (New England Revolution, de la MLS). Han sido la base para poder clasificar; los goles se han hecho casi siempre por el lado de esos dos jugadores.

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¿Cómo vio a Ecuador en la eliminatoria?
Lo que me agrada es ver tanta gente nueva. Eso habla a las claras del progreso total y siempre constante que ha tenido Ecuador. El fútbol que muestra es de alto nivel y se debe al buen trabajo en las bases de su fútbol, al buen trabajo en sus clubes y lógicamente al de la FEF.

¿Cómo cree que les vaya a Ecuador y a Honduras en Brasil 2014?
Nuestro sueño es llegar a lo más alto, no jugar solo tres partidos y volver. Eso depende de una buena preparación y el ejemplo que le doy a la gente de Honduras es lo que se hizo en Ecuador, en los seis o siete meses previos al Mundial 2006. Tras clasificar, Luis Chiriboga (presidente de la FEF) me dio todas las facilidades. Me puso a conversar con un montón de entrenadores que habían tenido experiencia mundialista, hice un periplo grandísimo por un montón de lugares solo charlando con técnicos de élite. Tuve la posibilidad de reconocer al máximo a los rivales que íbamos a enfrentar, el trabajo táctico de ellos. Ir a reconocer lugares donde íbamos a trabajar y entrenar, facilidades en hoteles, hubo un montón de detalles que como consecuencia normal implicaban hacer muchas más cosas y se lograron. Esa exigencia le pido a Honduras para no quedarnos solo con lo que he hecho hasta ahora. Ecuador hará lo mismo (que en la fase previa a Alemania) con este seleccionado y conociendo a Reinaldo Rueda, y por la capacidad del futbolista ecuatoriano a nivel mundial, no me parecería extraño que llegara a puntos altos.

 

Entrevista a Luis Fernando Suárez en Radio City.

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