El capitán de Uruguay, Diego Lugano, afirmó ayer que el decisivo duelo de mañana contra Argentina, no será un partido de “vida o muerte” como se preveía, pero vaticinó que se jugará con intensidad porque sigue siendo “un clásico”.

Lugano afirmó que tras la derrota del viernes por 1-0 ante Ecuador en la penúltima jornada de la eliminatoria sudamericana, que eliminó prácticamente las posibilidades de la Celeste de obtener una plaza directa en Brasil, “la realidad cambió, y bastante”, de cara al partido frente a Argentina.

“Pintaba para ser una final del mundo y de antemano están las cartas jugadas”, explicó.

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“No será de vida o muerte, pero es un clásico, un partido especial, a estadio lleno y con nuestra gente como siempre apoyando a la selección, por lo que vamos a dar el máximo”, añadió el zaguero.

El defensor central apuntó que, además de la tradición, la posibilidad de que Uruguay sea cabeza de serie en el Mundial, si logra vencer a Argentina, servirá como “incentivo” para conquistar el triunfo.

“Hace más de cuarenta años que Uruguay no es cabeza de serie mundialista y sería importante recuperar esa posibilidad. Si bien falta mucho camino por recorrer para llegar al Mundial, vamos a defender esa posibilidad”, puntualizó el zaguero del combinado charrúa.