Ahora contra Uruguay

Yo alinearía a Noboa, Ibarra, Montero, Antonio y Enner Valencia y Rojas y que piquen hasta que los volantes y defensas charrúas se fundan.

Bueno, ya está dicho. Lo dice todo el mundo y las estadísticas también: tenemos más 4 de gol diferencia y Uruguay 0 y estamos empatados en el puntaje. El partido es muy importante porque nos jugamos la clasificación directamente.

No sé si a usted le pasa lo mismo que a mí. Los uruguayos me caen bien, pero deseo que jueguen mal, que no vea funcionamiento, esa formación ni ese conjunto de goleadores que son Luis Suárez, Edinson Cavani y Diego Forlán. ¡Mama mía, qué miedo que meten esos tres!. Pero así y todo nosotros tenemos la tercera valla menos vencida de la eliminatoria, con 14 goles en contra, y Uruguay tiene 22 tantos recibidos.

Los celestes estuvieron hasta ayer en Guayaquil y les han dicho que deben portarse como los clubes ecuatorianos de la Costa cuando juegan en la altura. Dormir en Guayaquil, y al día siguiente llegar a Quito antes del juego. No, eso no vale para los extranjeros, eso nos sirve a nosotros por experiencia, aun así nos afecta. En cambio a los orientales, que no tienen esa costumbre, debe afectarles el doble jugar en ciudades de altura.

Entonces me voy a permitir darles algunos consejos a los muchachos charrúas. La altura, tomada a la ligera, es muy peligrosa. Cuando se llega a una ciudad como Quito, La Paz o el Cuzco lo más aconsejable es acostarse en reposo por 21 días para poder agarrar ritmo de juego, caso contrario le puede producir una subida de presión, que no se la recomiendo.

Yo le insisto a los muchachos de ese lindo país que es Uruguay que no se arriesguen y que como medida de precaución tengan algunas botellas de oxígeno para respirar cada vez que se pueda.

Lo mismo para los amigos narradores extranjeros, no griten a mansalva si se mete algún gol, se pueden atragantar con el aire; hay que ser prudentes y tranquilos. En la altura caminen despacio, moderados, reflexivos. Es lo mejor.

Cuando entren al estadio Olímpico Atahualpa miren hacia el occidente, hacia dos altas montañas, el Ruco (padre), y el Guagua (hijo) Pichincha, que no van a permitir que nos quiten el invicto como locales en esta eliminatoria. Eso impediría que viajemos a Brasil 2014 en forma directa.

Pero a ver muchachos, estoy seguro de que les pondrán buenas delanteras, corredoras para que se desgasten los defensas orientales. Yo alinearía del medio campo hacia el ataque con Cristian Noboa un poquito más adelante a Renato Ibarra, Jefferson Montero y Antonio Valencia, dejando como puntas de lanzas a Joao Rojas y Enner Valencia. Y que piquen hasta que los volantes y defensas orientales se fundan.

Comprenderán que en todos los párrafos anteriores me los he gastado en broma, líneas tras línea y espero que no las tomen en serio porque no son nada más que eso, bromas. Admiro y quiero mucho a los uruguayos, pero ustedes comprenderán que por ahora somos adversarios y deseo, como cada cual, la victoria de su equipo y en nuestro caso, el progreso.

Así que no me crean tanto, pueden jugar a todo vapor, corran lo que más puedan, nada les pasará y ojalá ganemos los tricolores.

Nota: gracias al lector Walter Correa González, quien me hizo notar el error que cometí en mi columna anterior. Uruguay no clasificó a tres mundiales seguidos porque en el camino a Alemania en el 2006 enfrentó a Australia, que avanzó en la repesca.

Los uruguayos me caen bien, pero deseo que jueguen mal, que no funcione ese conjunto de goleadores que son Luis Suárez, Edinson Cavani y Diego Forlán.