Denis Dau

Seguiremos escribiendo antes del encuentro ante los uruguayos, partido clave dentro de la agonística de la eliminatoria y en el que nos jugamos el boleto directo para ir al Mundial Brasil 2014.

El pasado sábado expusimos en la columna expresiones que deben ser arengadas por el técnico de la Tri, Reinaldo Rueda, a sus dirigidos. Las presentes van para los jugadores y son:
Sentirse halagados de vestir el emblema más sagrado de una patria; al ser elegidos para defender el honor y la gloria futbolística del país, mostrarse orgullosos de tal nominación; respetar en todos los órdenes la responsabilidad profesional; deben erigirse como gladiadores y obreros en el gramado ante los charrúas.

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Demostrar serenidad en los instantes en que estén concentrados; una vez llegada la hora del juego, ‘enloquecer’ el camerino con un ambiente ganador; entender que los catorce millones de compatriotas confían en ustedes, que bregarán para conseguir tan heroica victoria; el fervor que reina en la hinchada, en el periodismo, en la dirigencia, en los ecuatorianos en el exterior es de una fe que nos hará ‘brincar hasta el cielo’ al conseguir el triunfo.

Estén seguros de que son superiores futbolísticamente; el esfuerzo debe ser agotador hasta obtener esos tres puntos de oro; hay detalles que agrandan a un futbolista y uno de ellos es su espíritu combativo, y ustedes lo poseen; el fútbol sigue rompiendo moldes, estadísticas, pizarras y diagramaciones; fabriquen con su juego una tarde de pleitesía y una digna victoria, ese logro memorable esperamos de ustedes.

El rival vendrá a enfrentar a nuestra Selección y tratará de copar el medio campo, quemar tiempo, cerrar las salidas y buscar el contragolpe. Ese mapa futbolero debe ser vencido en los 90 minutos del encuentro.

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Vaticinar un resultado, no. Solo escribir que ganaremos...