“Los mejores jugadores van a decidir la Eliminatoria”, nos dijo en octubre pasado Ricardo Bochini, brillante analista del juego, oteando el tramo final de la competencia. No los mejores técnicos: los mejores intérpretes. Y se está cumpliendo cabalmente. Los cinco que ocupan hoy los peldaños altos de la tabla son quienes cuentan con las mejores individualidades. Al servicio del equipo, claro (esta es otra de las diferencias entre el fútbol de hoy y el de ayer).