El legendario boxeador pañameno Roberto “Mano de Piedra” Durán se encuentra en Argentina para participar en la pelea de exhibición que servirá para despedir de la actividad profesional al argentino Jorge “Locomotora” Castro, excampeón del mundo.

El combate será el sábado 7 de septiembre en el estadio Luna Park de Buenos Aires y será transmitido en vivo a través de la cadena TyC Sports para Argentina y toda América.

“Mano de Piedra” Durán dialogó con diario El Clarín sobre sus primeros pasos en este deporte, hasta llegar a convertirse en el más grande boxeador latinoamericano de todos los tiempos.

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A continucación la entrevista del medio argentino:

¿Fuiste parte de la última camada de legendarios?
Mi generación, la de Hagler, Leonard y Hearns, fue la última dorada. Comenzamos en la época de Muhammad Alí y seguimos, ¿me entiendes? ¿El más grande de todos? De los pesos pesados, sí, ja. Entre los latinos soy el más grande, y creo que me lo he ganado.

¿Cómo empezabas a ganar tus peleas?
Usando la psicología, metiéndole miedo al rival. Tienes que putear, mentarle a la madre, para que el tipo suba al ring pensando en matarte. Entonces su mente ya no está en el boxeo. Lo sacas de quicio, sube con la mente cerrada, y uno hace "ping" "pang", y mete la mano por dónde uno quiere.

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¿Existe el miedo en el boxeo?
En mi, no hay miedo, sino nervios. Cuando subes al ring, estás todo nervioso, como el tigre que está enjaulado, quieres salir. Hay boxeadores que el mismo miedo los hace cobardes: Hearns era un poco cobarde. Y hay otros a quienes los mismos nervios, nos hace volvernos Superman.

¿Dónde estaba el secreto de la fuerza de tus puños?
De eso nace, la única manera de desarrollar la pegada es pegándole al saco, mientras más le pagás, más te cansás, pero vas desarrollando la pegada. Yo nací pegador, nací completo.

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¿En la rotación de la cintura estaba la explosión del golpe?
El secreto de la explosión del golpe viene de acá arriba (se señala los hombros), no en las manos. Pero hay que saber cómo pegar. Hay muchos boxeadores que pegan estirando el brazo. Y eso no es pegar. Pegar es cuando metes el cuerpo. Yo lanzaba la mano para noquear siempre.

Pegabas duro, noqueaste 70 veces, saliendo a arrinconar a tus rivales...

Sí, tienes que ser inteligente, a los que no puedes noquearlos de un golpe, tú le puedes ganar por puntos, o por nocaut técnico, cortándolo de a poco. Yo me enfrenté con tipos durísimos como Iran Barckley, que tenía la zurda que era un relámpago. Pero en el ring nadie es invencible. La inteligencia hace al boxeador.

En la pelea revancha, cuando abandonás diciendo "no más", Leonard te ganó por ser más inteligente...

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Leonard no me ganó porque fue más inteligente que yo, me ganó porque tuve que bajar de peso muy rápido, y estaba débil, pero no por más inteligente. Las peleas que perdí, las perdí por borracho, por andar amanecido, por estar excedido de peso. Pero no me arrepiento de nada.

¿Podías disfrutar arriba del ring?
Yo disfrutaba arriba del ring, sentía que mi cuerpo era de roca, me pegaban y no sentía nada, disfrutaba hasta en los entrenamientos.

¿Qué boxeador del momento te gusta?
No hay nadie. No miro boxeo, porque si no comento las peleas en mi restaurante, la Tasca de Durán, pierdo clientes, ja, ja

¿Y Floyd Mayweather Junior no te gusta?
Yo le pongo un tren de salida toda la noche. Un boxeador no se me puede parar así (imita la guardia de Floyd con la zurda caída) porque lo reviento todo. La mano izquierda la tiene muerta, entonces yo le voy a pegar a los riñones. Y después de cuatro asaltos, se muere, es hombre muerto. Se muere lento, pero no va a aguantar. En cuatro asaltos a Mayweather lo destrozaba.

Se levanta y estrecha la mano. Su mano, una piedra preciosa.