El técnico de Emelec, Gustavo Quinteros, festejó su primera victoria en un Clásico del Astillero. Desde su llegada al país, en junio del 2012, había sufrido tres derrotas y conseguido un empate contra los canarios, pero en el Monumental tuvo su revancha el domingo pasado.

“Siempre jugábamos (bien), solo que (los toreros) tenían suerte, pero ahora ya se les acabó”, dijo el adiestrador al final del partido ganado 0-2, con dos tantos del debutante argentino Denis Stracqualursi.

“Son puntos importantes, como lo serán si le ganamos a Macará (este domingo en el estadio Capwell). Ojalá que podamos, hay que seguir sumando. Sabemos que la gente quiere que siempre se gane en los clásicos, pero para mí lo más importante son los tres puntos”, agregó.

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Quinteros, quien habló al salir de los vestuarios del Monumental porque Barcelona decidió cancelar la rueda de prensa (el DT torero, Gustavo Costas, no conversó con nadie), resaltó la labor de Stracqualursi.

“Tuvo un debut soñado, pero no estuvo al 100% (de su nivel futbolístico) sino en un 60% a 70%. Se estrenó porque teníamos a dos delanteros expulsados (Marlon De Jesús y Vinicio Angulo), él jugó y aguantó todo el partido”, manifestó.

Quinteros también se refirió a la agresión que sufrió el volante Pedro Quiñónez por parte del arquero amarillo Máximo Banguera, al final del compromiso. El entrenador calificó esta acción como “una cobardía”.

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“Ninguna persona te puede agredir por detrás”, dijo el DT, quien ayer dirigió la práctica de Emelec, que mañana medirá al Sport Huancayo, en duelo de vuelta de la Copa Sudamericana, con ventaja de 1-3.