Un estudio a pilotos del festival internacional de motociclismo North West 200 en Inglaterra demostró que las pulsaciones de los competidores se aceleran sobre 180.

En dicha carrera, el campeón, Alastair Seeley, tenía el ritmo cardíaco más bajo, con un promedio de 134 pulsaciones por minuto, el 71% de su máxima capacidad.

Según expertos, Seeley no percibió la situación como estresante a diferencia del novato Gareth Keys, quien registró un promedio de 185 pulsaciones.

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Gio Capello, un entrenador físico de motociclistas, considera que lo mejor es prepararse para “desarrollar más capacidad para soportar esos niveles”.

Entre las recomendaciones está mejorar la condición aeróbica, aumentar el volumen de oxígeno a consumir y evitar preocuparse.