La esquina caliente
Por Frank Maridueña | frankjosem1@gmail.com

Con tantas temporadas del béisbol de las Grandes Ligas uno pudo llegar a pensar que nada nuevo habría en esta campaña, pero me acojo a lo que muchos aseguran respecto a cada partido y cada torneo: siempre hay algo que mencionar.

Cuando ya se ha jugado el primer mes del campeonato 2013 hay que destacar la labor estupenda de los lanzadores. Contrario a lo que muchos creían en los primeros compromisos, semanas y meses del torneo los serpentineros se van poniendo en forma. Se pensaba que con lanzar cinco episodios, o entre 65 70 envíos, la labor del pitcher estaba cumplida.

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Esta vez 16 pitchers pasaron los 100 envíos. El japonés You Darvish, de los Rangers de Texas, trabajó casi los nueve turnos y estuvo solo a un out de lograr el juego perfecto; Clayton Kershaw, de los Dodgers de Los Ángeles, cumplió una blanqueada con solo 94 lanzamientos. Cuatro serpentineros trabajaron ocho turnos, diez lanzaron siete entradas completas. Aníbal Sánchez, de los Tigres de Detroit, propinó 17 ponches en ocho episodios, catorce de ellos haciendo abanicar a los bateadores con velocidad de sus envíos de 150 kilómetros por hora. Una actuación así solo lo habían conseguido Johan Santana y Randy Johnson en dos oportunidades.

Parece que la mentalidad o el sistema de trabajo de los lanzadores ha cambiado radicalmente. Hasta hace poco después de la temporada regular, playoffs y la Serie Mundial los peloteros se marchaban de vacaciones, lo que en muchos casos provocaba que perdieran su estado atlético y hasta llegaban a engordarse. La pretemporada de febrero servía para empezar a estirar un poco los músculos y comenzar los juegos oficiales poco a poco.

El mensaje es que ahora los lanzadores deben estar listos todo el año y buscar así la opción de contratos multianuales y millonarios, que generalmente antes eran solo para los grandes bateadores.

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En el aspecto colectivo los Bravos de Atlanta han tenido un inicio espectacular y se convirtieron en el equipo más ganador, pero las dos últimas semanas cayeron en una curva descendente en los que solo ganaron tres de diez juegos, aunque siguen liderando su división.

La grata sorpresa es la actuación de las Medias Rojas de Boston, que al final de abril terminan como el equipo más destacado de los treinta de las Mayores. Hicieron olvidar rápidamente la desastrosa campaña del 2012 en la que cancelaron a su mánager Boby Valantine y se desprendieron de un gran grupo de jugadores estelares.

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Muchos creíamos que este año era el de la transición de Boston. Por el momento es el mejor equipo del total de los 30 clubes y algunos peloteros conocidos que se han enfocado en levantar a su club como David Ortiz, que tiene promedio de.514; Dustin Pedroia, que defiende el segundo cojín con maestría y batea para promedio de.330; Jacoby Ellsbury, líder bases robadas y triples; sus lanzadores Clay Buchholz, que tiene cinco victorias y ninguna derrota; y Jon Lester, con cuatro triunfos y ningún revés.

Está por comprobarse si los serpentineros puedan sostener este espectacular ritmo y que los bateadores se mantengan sanos y tórridos hasta el final.