“Con frecuencia vienen compradores de Alemania, Estados Unidos y de otras naciones buscando pitahaya roja para sus países y no puedo cumplir con los requerimientos que exigen. Si nos uniéramos varios productores podríamos llegar a exportar sin problemas”, dice Dionisio Romero, productor de la hacienda Voluntad de Dios en Cerecita (Guayas).

Para este productor, que en sus tres hectáreas ha creado una granja autosuficiente, cultivar pitahaya es una nueva alternativa rentable y fácil de sembrar. Según sus cálculos, de una hectárea de este cultivo puede llegar a sacar $ 60.000 al año, que en su experiencia no lo lograría con ningún otro cultivo de los que ha tenido.

“La primera inversión del cultivo es alta, pero si los pequeños agricultores empezamos a utilizar los recursos que tenemos en nuestras fincas podemos empezar sin problemas”, explica Romero.

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En la pitahaya hay dos negocios, recalca el productor. “Vendemos la fruta que pagan el kilo a $ 1,80. Hay matas que sacan de 100 a 140 frutos y el kilo lo pueden hacer dos frutos de mediano tamaño y se tiene producción todo el año; y las plantas se venden entre $ 1 y $ 1,50 según el tamaño”.

Elías Solís, coordinador de la empresa Pitasol, dedicada a la exportación de esta fruta y fomento de cultivo en el país, destaca que ellos están trabajando hace ocho años en su fomento; hay sembradas 80 hectáreas y esperan este año llegar a las 1.000. Los requerimientos de Alemania y EE.UU. son de 40 contenedores mensuales para lo cual se necesitarían más de 3.000 hectáreas, dice el empresario.

“Por tal motivo estamos uniendo a los agricultores interesados en sembrarla. Nosotros les hacemos contrato por diez años, le vendemos las plantas, les damos asesoría técnica y les compramos el producto”, aseguró Solís.

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Una de las limitantes, recalca el promotor, es la inversión inicial que puede estar en $ 25.000 para hacer un cultivo muy tecnificado. A los 18 meses se empieza la cosecha y a los tres años hay estabilidad productiva en la planta, recuperando la inversión, acota.

La fruta la pagan para el mercado local a $ 0,80 por pitahaya y $ 2 la de exportación.

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Datos Técnicos

Juan Vera, técnico de la empresa Pitasol, sostuvo que este cultivo se puede adaptar a varios climas que tengan temperaturas desde 14 hasta 40 grados centígrados.

La recomendación, según Vera, es sembrar 1.089 plantas por hectárea colocando dos de estas por poste para optimizar la infraestructura y bajar costos de producción.

A los dos años y medio de sembrada la pitahaya, se empieza a estabilizar la producción y se obtienen 100 frutas por planta con producción casi todo el año que llegan a pesar cada una alrededor de 600 gramos. La rentabilidad puede ser de $ 30.000 por año. Al inicio del invierno hay un pico de cosecha y en agosto hay otro pico alto, enfatiza el técnico.

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“Es una planta resistente a las enfermedades, no requiere mucha agua porque es de la familia de los cactos. No es recomendable intercalarla con otros cultivos, porque necesita mucha luz. En la actualidad el cultivo está en transición, pasando a ser cultivo orgánico”, asegura Vera.

En cuanto a la comercialización de esta fruta los países europeos, Japón, Canadá y Estados Unidos son grandes consumidores. Las naciones productoras son Nicaragua, México, Guatemala, Colombia, Vietnam, Taiwán e Israel.

Existen varios tipos diferentes de pitahaya, hay de frutas rojas con pulpa roja, de cáscara roja con pulpa blanca. La de color amarillo, con pulpa blanca es la más dulce de todas las variedades.

La pitahaya roja es una

Fruta con bajo contenido de calorías por su poco aporte de carbohidratos y escasa presencia de proteínas y grasas. Es rica en vitamina C. Sirve contra el estreñimiento.