Opinión internacional|

CHINA
La fuente de energía dominante en China es el carbón. El país posee una de las mayores reservas mundiales y debido a su rápido desarrollo económico, desde el año 2006, según ciertas fuentes, superó a los Estados Unidos como el mayor emisor de CO2. El gobierno chino toma acciones para cambiar la matriz energética del país, y aprovechar la energía eólica es una de ellas. Los países productores de balsa se han visto beneficiados.

Nuestras ventas de madera de balsa a China tuvieron un comportamiento creciente por más de una década durante el periodo 1999-2010. Durante una buena parte de la primera mitad de ese lapso, las compras que China hizo estaban más orientadas a satisfacer de materia prima a la industria del aeromodelismo y en menor escala a la manufactura de flotadores para anzuelos. Con posterioridad a ello, el rápido desarrollo de la infraestructura para convertir la energía eólica en eléctrica hizo que la balsa proveniente de nuestro país, primer productor mundial, empiece a incorporarse en las aspas de los molinos de viento, contribuyendo con ello a que las cantidades importadas crezcan significativamente. Tal es así que de un volumen de 3.208 m³ importado de Ecuador en el 2007 por US $1,6 millones, se pasó a 10.661 m³ en el 2008, luego a 17.141 m³ en el 2009 y después a 43.881 m³ en el 2010 por US $ 33 millones. Si se incluyen los paneles de balsa, que en menor cantidad han sido también importados, los volúmenes son mayores. Esto significó que entre los años 2009 y 2011, la balsa se convirtiera en el segundo producto de mayor valor comprado a Ecuador luego del petróleo. Valga la pena aclarar que las cifras usadas arriba son las que proporciona la aduana de China.

Sin embargo, las cantidades de madera de balsa compradas a nuestro país empezaron a bajar a partir del 2011. En ese año China importó 34.373 m³ de balsa por un valor de US $25,3 millones y la cifra se redujo a 10.643 m³ por un valor de US $9,2 millones el año pasado. Es decir hemos vuelto a los niveles del año 2008.

La razón del descenso se debe al excesivo “calentamiento” de la industria de generación eléctrica a partir del viento. China es hoy el país con la mayor capacidad de energía eólica instalada (62,4 GW a finales del 2011) con crecimientos anuales que a veces han rebasado el 100%. Sin embargo, alrededor de 20% - 30% de los molinos de viento pasan detenidos sin aportar energía al sistema nacional interconectado cuya red de distribución no ha crecido con la velocidad de la infraestructura para aprovechamiento de la energía eólica. Por lo tanto, no es capaz aún de recibir y trasladar la energía generada a los centros de carga o regiones de alto desarrollo económico donde la demanda es mayor (sur y zonas costeras al este del país). Y es que los centros de carga están lejos de las zonas del noroeste, norte y noreste que presentan las mejores condiciones de aprovechamiento del viento. Más del 75% de los molinos instalados se hallan repartidos en las llamadas regiones autónomas o en provincias como Mongolia Interior, Liaoning, Hebei, Gangsu, Ningxia, Jilin, Xinjiang. De ellas la primera tiene una alta concentración de molinos, pero su demanda de energía es baja y por tanto no puede consumir toda la energía producida. Se recurre entonces a restringir su operación y en esa zona en particular, más de la mitad de las estaciones de generación no llegan a las dos mil horas-año de operación que es el mínimo para hacerlas rentables. Así, de las 94 estaciones de generación que allí se encuentran, solo 44 pasan de las dos mil horas-año de generación y hay 13 que ni siquiera llegan a las mil.

La época de una inversión desenfrenada y a veces ciega en proyectos de generación eólica, como ocurrió del 2006-2011, pareciera haber terminado. Actualmente las empresas son mucho más cautelosas y realizan estudios más profundos antes de invertir su dinero. Proyectos que antes no necesitaban aprobación del gobierno central ahora lo requieren, con lo que se espera regular mejor el sector.

Pese a lo anterior, la decisión del gobierno de aumentar sus fuentes de energía renovable es incuestionable y la energía eólica sigue siendo una de las mejores opciones. En sus planes está llegar a una capacidad instalada de 100 GW para el 2015 y 200 GW para el 2020. Los nuevos proyectos no se desarrollarán en el norte donde la capacidad instalada es ya excesiva, sino en zonas costeras e incluso sobre el mar donde el recurso es abundante, según estudios. Por lo tanto, nuestra balsa tiene todavía un gran mercado en China, pero las compras serán más racionales de ahora en adelante.