AP-EFE
BEIRUT.- El presidente sirio, Bashar al Asad, esbozó ayer una nueva iniciativa de paz para poner fin a la violencia que comenzó hace 22 meses en Siria, pero lo hizo con un tono desafiante, al instar a sus compatriotas a unirse contra “criminales asesinos” que, según dijo, cumplen con una conspiración extranjera que busca destruir al país.