Al menos 60.000 personas han muerto durante la guerra civil en Siria, y el número mensual de bajas ha aumentado constantemente desde que el conflicto estalló el 15 de marzo del 2011, de acuerdo con un nuevo análisis difundido ayer por las Naciones Unidas.

La cifra de muertos es un tercio más alta que la de 45.000 difundida por opositores al régimen del presidente Bashar al Asad. Es la primera vez que los números de la ONU son mayores que los proporcionados por los opositores al régimen.

El reporte surge luego de que los activistas informaron que un caza sirio bombardeó ayer una gasolinera en Damasco, lo que dejó decenas de muertos y de heridos, además de desatar un gran incendio. Sería uno de los ataques más sangrientos en semanas durante el conflicto de 22 meses.

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La cifra real de muertos probablemente sea mayor, pues los reportes con información incompleta no se tomaron en cuenta. Durante el verano del 2011, poco después de que comenzó el levantamiento contra Asad, el número mensual de muertos se mantuvo en aproximadamente 1.800.