AGENCIAS-BBCMUNDO.COM
.- Parecía una montaña blanca compacta. Pero, de un rato a otro, empieza a desmoronarse, son como rocas de hielo que caen a las gélidas aguas del Polo Norte. En el Ártico ya no se divisan los enormes glaciales que lo cubrían casi todo.

Ahora hay lagunas con muchos retazos de hielo cuyas capas tienden a ser más finas y menos sólidas, a diferencia de las de décadas pasadas.

Es la escena que se repite en varios tramos del Ártico.

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La capa de hielo de la zona oceánica del extremo norte ha experimentado en este verano un mayor derretimiento de lo habitual. Marcó un récord de retroceso el pasado día 16, hasta los 3,41 millones de kilómetros cuadrados, la extensión mínima registrada desde que los satélites espaciales comenzaron a hacer un seguimiento en 1979.

Así lo reportó recientemente el Centro Nacional de Nieve y Hielo de Estados Unidos (NSIDC, por sus siglas en inglés). La superficie mínima alcanzada este año por el hielo ártico ha sido de 760.000 km², inferior a la del récord registrado por los satélites el 18 de septiembre del 2007.

La diferencia del derretimiento entre este año y el 2011 equivale a la desaparición de una extensión similar a la de España y Reino Unido juntas, indica la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

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Desde el 20 de marzo hasta este mes se han derretido 11,83 millones de kilómetros cuadrados de hielo.

“Lo que estamos observando en el Ártico es realmente dramático. Estamos ante un calentamiento y un ritmo de deshielo que están conectados, ya que cuanto más hielo se derrite, más calor hay en la atmósfera”, expresó la semana anterior Vladimir Riabinin, experto de la OMM en la región ártica, durante la presentación de los nuevos registros.

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Según Riabinin, el Ártico actúa como una especie de aire acondicionado sobre el hemisferio Norte. Por ello, las variaciones que se den en él impactan en el clima, aunque no de forma uniforme en todo el planeta. “La reducción del tamaño de la capa de hielo podría conducir a más fenómenos meteorológicos extremos, (como) olas de frío más intensas en el invierno y olas de calor más intensas en verano”, agregó.

Expertos en cambio climático, como miembros del grupo ecologista Greenpeace Internacional, indicaron que gran parte del hielo marino que cubre el Ártico podría desaparecer en el 2020, si la tendencia del deshielo sigue al ritmo actual. Eso provocaría una emergencia planetaria, con consecuencias irreparables.

“Entre 1979 y el 2012 hemos tenido un declive del 13% por década en la banquisa (capa del hielo flotante) del Ártico, una aceleración con respecto al 6% registrado entre 1979 y el 2000. Si esta tendencia continúa, no habrá banquisa hacia fines de esta década”, comentó Wieslaw Maloswski, de la escuela de posgrado de la Marina estadounidense.

En cuestión de décadas, el hielo del Ártico será un fenómeno de temporada, en el que en los meses de agosto y septiembre se alcanzarán cantidades mínimas de hielo, dijeron ambientalistas y representantes de OMM.

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Esto porque en 1979 la superficie del hielo marino era de unos 8 millones de km², con una media de 6,8 millones en los años posteriores inmediatos. Pero los datos de ahora muestran una caída del 50%.

Además de las condiciones climáticas extremas que provoca el deshielo, está el aumento del nivel de los océanos, que, pese a ser lento según los expertos, amenaza a las zonas costeras bajas.

Otro de los resultados de este fenómeno es la posible liberación de grandes cantidades de metano –un gas de efecto invernadero– atrapado en la corteza terrestre, debajo de los hielos en Groenlandia.

Pero el deshielo no es la única amenaza para el Ártico. También está la posibilidad de explotar, por parte de algunas naciones, los recursos naturales y de utilizar nuevas rutas marítimas, abiertas por la ausencia de placas de hielo durante el verano. Esto acortaría las distancias entre puertos de América del Norte, Europa y Asia.

Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia, Rusia y Estados Unidos (que integran el Consejo del Ártico) tienen jurisdicción sobre zonas situadas más allá del Círculo Polar Ártico. Y entre estas naciones aún hay disputas sobre quién tendría la soberanía y el acceso a los recursos energéticos y pesqueros del Ártico.

Autoridades de EE.UU. dicen que en el Ártico hay reservas petroleras por 90.000 millones de barriles, además de gas y minerales. Aquello impide que los países, potencias mundiales, adopten medidas concretas para frenar el deshielo del Ártico, según Kimi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace.

Rusia es una de las naciones que ya tiene planes para perforar en busca del crudo en el Ártico (mar adentro). Asimismo, ha anunciado la creación de una brigada militar motorizada, que irá el próximo año.

Esto, mientras los animales que viven en el frío, como los llamados osos polares, cambian obligados su rutina, pues las capas de hielo en las que se asientan tienden a resquebrajarse más seguido.