La noticia corrió rápido. “¿Escuchaste lo que dijo el presidente de la República?” –Me preguntaron insistentemente algunos familiares y amigos. Tan distraído como estaba, observando un entrenamiento de niños y en el estadio Yeyo Úraga, me tomaron fuera de base.

“No señor”– fue mi respuesta. “¡Es que derrumbarán el Yeyo Úraga¡”– me ripostaron.

“¿Cómo es el tema?” –fue lo que pregunté–.

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La respuesta: “El presidente de la República ha declarado que el estadio de béisbol, Aurelio Yeyo Úraga, Ramón Unamuno de fútbol y Abel Jiménez de baloncesto serán tumbados para dar paso a la construcción de: ¡Un parque¡”.

Faltó mencionar que dentro de este complejo deportivo, de la cuadra de Tungurahua, Los Ríos, Cuenca y Capitán Nájera, denominado Pío López Lara también funciona el gimnasio para boxeo denominado César Salazar. Causas, razones, motivos: Ya están obsoletos. Es verdad. El paso del tiempo hizo que estos escenarios históricos y muy útiles no estén en condiciones óptimas, pese al esfuerzo de una nueva administración que le está dando otra tónica.

El Yeyo Úraga en sus inicios fue de madera y caña, luego ante la urgencia de los Juegos Bolivarianos del 65 la Junta Militar dio los recursos para la construcción actual. En la administración de León Febres-Cordero y la Unidad Ejecutora que lideraba Jaime Nebot hicieron una reingeniería y se pusieron sillas plásticas como se exige en los estadios.

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El legendario escenario fue testigo de jornadas brillantes como la “noche de mayor esplendor del deporte ecuatoriano”, cuando el 1 de diciembre de 1966 la selección del Ecuador conquistó el Sudamericano con un lleno apoteósico.

Luego, en la temporada 1990, la selección infantil en dramático final y con aforo lleno también capturó el banderín de campeones al derrotar a Brasil en gran juego. Al año siguiente a nivel de clubes, Los Chavos resultaron líderes de la Serie del Caribe Países Amigos.

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En los torneos locales, fue el escenario para los títulos de Oriente, la hegemonía de Barcelona en distintas épocas, Liga Deportiva Estudiantil 1972, los tricampeonatos de Nueve de Octubre y de Emelec, el liderato de Cardenales del 87 hasta el 91, posterior supremacía de Fatty (cuatro veces campeones).

Por este diamante pasaron jugadores como Héctor Ballesteros, Vicente Maldonado, Kike Santos, Eloy Guerrero, Pancho Sánchez, Chico Rodríguez, Látigo Gutiérrez, Ernesto Weisson, Freddy Uzcátegui, Olmedo Arroba, Bonifacio Moran, Pipo de la Gasca, Feliz Avilés. Alfredo y José Portalanza, Kléber Rendón, Pedro Murrieta, Mike Sáenz, Mark Jeferies, Mike Cazares, Washington Fiallos, Alex Schafri, Walter Valarezo, Agustín y Ernesto Álvarez, Jorge Miranda, Fabricio Muñoz, , José Banchón, Pedro Fuentes, Mikel Pérez, Ernesto Tuñón. Solo por nombrar unos cuantos dirigentes como Juvenal Sáenz, John Reed, Munir Dassum, Reynaldo Ramírez, Omar Quintana, Carlos Manosalvas, Segundo Wong, Jorge Burage, Javier Díaz Granado, Julio Ochoa, Gustavo Ramírez, Arturo Zoeller. La lista es enorme, solo están aquí unos cuantos, a quienes, estamos seguro, les afectó emocionalmente la noticia.

Jornadas históricas como los 25 ponches de Sebastián Agrazal, varios juegos no hit no run y el ‘perfecto’ de Ernesto Polit, los anecdóticos y kilométricos jonrones de Panchón Sánchez, el récord de cuadrangulares de Fabricio Muñoz, los 15 bambinazos de Álvaro Cañarte en el año 84, los tres jonrones en un solo juego de Álvaro Cornejo, el triple play de Chico Rodríguez, batazos de cuatro esquinas dramáticos de Bruno Carranza y Daniel Durán, la triple corona de Óscar Villamar, los 15 episodios lanzados por Alfredo Veintimilla y muchos más.

Actualmente en sus instalaciones se desarrolla un plan de masificación popular en el que activan cerca de mil niños y se cumplen los torneos: escolar y colegial y en octubre se jugará un Sudamericano de mayores.

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Estamos muy contentos porque dentro del proyecto del Parque Ecológico del norte hayan campos de béisbol, lo que no podemos estar de acuerdo es que se derribe el actual. Es como tapar un santo destapando otro. Los niños y jóvenes que activan en el Yeyo Úraga, de los cuales ya hay algunos seleccionados nacionales infantiles, se perderán. No les alcanzará ni el tiempo ni los recursos para ir hasta los Samanes.

En el Ramón Unamuno participan cientos de equipos de la liga amateur, en el gimnasio entrenan cerca de cien pugilistas y en el Abel Jiménez Parra se cumplen los campeonatos de básquet de todas sus divisiones y este fin de semana se jugará la final de la liga profesional.

Esta generación se perderá. Lo ideal sería que se acondicionen los actuales y se construyan los nuevos.