El bajo de la agrupación ecuatoriana Los Corvets no volverá a sonar más de la mano del músico Roberto Vallarino, quien fue fundador de esta banda hace 49 años junto con su hermano Alberto.

Roberto falleció ayer, a los 60 años, cerca de las 10:00 a causa de un infarto, cuenta el vocalista de Los Corvets, Amado Terán, quien añade que el hecho se produjo mientras el bajista se movilizaba en su auto.

“Se sintió mal y decidió parquearse y en ese momento le vino el infarto. Un policía al parecer se dio cuenta de lo ocurrido y lo trasladaron hasta la morgue”, indicó Terán, quien conoce a Vallarino desde hace trece años.

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Roberto comenzó en su pubertad en el ámbito musical con Los Corvets. El amor por este arte se lo inculcó su madre, Josefina Abitia, quien fue cantante.

De padre ecuatoriano y de madre mexicana, el bajista llegó a los tres años a Ecuador con su familia, procedente de Estados Unidos, donde vivía.

A sus diez años aprendió a tocar guitarra junto con su hermano Alberto. Como le dedicó mucho tiempo al instrumento debió abandonar la natación, deporte que había empezado un año antes.

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Ya en su adultez regresó a Estados Unidos, específicamente a California, para estudiar música. Como sabía poco inglés prefirió trabajar. Encontró plaza administrando clínicas, lugar donde surgió su otra pasión: la medicina. Entonces decidió estudiar Quiropraxia.

En el campo de la música y junto con Jorge García (batería) y Pancho Burgos (guitarra) formaron Los Corvets. Por la agrupación han pasado más de una treintena de músicos y siempre se ha mantenido firme el grupo porque así se los prometió Roberto Vallarino a su madre y hermano, quienes fallecieron en la década del setenta en un accidente de tránsito rumbo a Manta, donde se presentaría la agrupación.

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Mientras trabajaba en su centro quiropráctico en Urdesa, Roberto Vallarino también le daba espacio a la música, por lo que seguía siendo el bajista de Los Corvets. Actualmente la agrupación la integran Carlos Vera, en la primera guitarra; Luis Izurieta, en los teclados; Amado Terán, en la voz; Luis González, en la batería, y Alonso Flores y Jorge Vega se alternan en la percusión.

Amado Terán dijo que Roberto era un hombre sencillo, bonachón, querendón. “Realmente tranquilo y le encantaba mucho la música”, añadió.

El guitarrista Carlos Vera lo conoció hace trece años. “Recibí una llamada de él para que entre a Los Corvets y como era admirador del grupo en la década del setenta, durante parte de su apogeo, me motivé a ingresar”, comentó.

A Vallarino lo define como un amigo excelente y lleno de cariño para los integrantes de la banda. “De espíritu trabajador y muy profesional”, indicó.

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La banda grabó un promedio de 80 discos y recorrió el Ecuador y estuvo en EE.UU. El bajista tuvo un primer matrimonio, del cual tuvo descendencia. Su segunda esposa es Mercedes Laad, con quien procreó tres hijos (dos mujeres y un varón).

El músico Gustavo Pacheco indicó: “Se ha ido el amigo sencillo y cariñoso para hacerles compañía a su hermano y padres que hicieron de los años sesenta y setenta momentos imborrables para quienes quedamos esperando la gracia de Dios en recogernos”.

Agregó que con el bajista siempre tuvo una buena amistad. “Aun en la época que, entre comillas, éramos supuestos rivales en la música (él con Los Corvets y yo con Boddega), siempre tuvo un elogio para mí y yo para él, nunca tuvimos alguna discrepancia por nada, crecimos juntos en los grupos, en la época de nuestra juventud, ahora nos deja un profundo vacío, se fue el amigo bueno”.

Apuntes
Este año la banda que él fundó junto con su hermano y amigos cumple cinco décadas de existencia, por lo que el bajista deseaba celebrarlo de manera especial.

El velorio del artista Roberto Vallarino se realiza en el camposanto Parque de la Paz (vía a Samborondón).