Al menos 3.957 hectáreas, en algunos casos de bosque protegido, han sido arrasadas por los incendios forestales en un lapso de tres meses y medio en ocho provincias del país, según estadísticas preliminares de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR). Una persona muerta, decenas de heridos y semiasfixiados y pérdidas económicas se agregan como efectos de los siniestros.