Varios incendios, tres de ellos de magnitud, se registraron ayer en los alrededores de la capital, sin reportarse pérdidas humanas, aunque terminaron con extensos sectores de vegetación, lo que generó preocupación en poblaciones aledañas.

Desde la madrugada de ayer hasta el cierre de esta edición, el Cuerpo de Bomberos de Quito atendió emergencias en Lumbisí, Guangopolo, Atacazo, Guápulo, Zambiza, barrio San Francisco de Miravalle, en el sector Jardines del Valle, ubicado en el cerro Auqui, cerro Ilaló, El Panecillo, cerro Ungüí y en la hacienda Corazón en Pifo, en el nororiente de Quito. Solo allí se reportaron 12.000 metros de matorrales incinerados.

Desde el lado suroriental de la ciudad, en el cerro Auqui, se elevaban columnas de humo que se veían desde el Valle de Tumbaco, nororiente de Quito.

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Los flagelos de mayor magnitud fueron reportados en el Auqui, Guápulo y en el flanco sur de El Panecillo.

Los incendios registrados en Quito fueron combatidos por 150 miembros del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano y de cantones de la provincia de Tungurahua como Baños, Pelileo, Patate, Mocha, Cevallos y Quero, que sumaron 26. Ayer en la tarde llegaron 33 bomberos del Guayas. A ellos se agregaron 46 militares de la Brigada 13 Pichincha, 6 del Fuerte Militar Atahualpa de Machachi, más de medio centenar de miembros de la Policía Nacional y decenas de policías metropolitanos.

Mientras apagaban los incendios, varios bomberos comentaron que hay indicios de que las condiciones en que se han presentado muestran que fueron intencionados. Por ejemplo, moradores del barrio San Francisco de Miravalle narraron que uno de los cuidadores de una parcela no permitió que la comunidad apague el incendio, pues consideraba que era temporada de quema.

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Desde el jueves hasta la tarde de ayer, el fuego había consumido unas mil hectáreas de pastizales en las cordilleras del cantón Chilla, en El Oro. Voluntarios del Cuerpo de Bomberos, militares y moradores trataban de controlar las llamas, pero no se pudo por el viento.

La energía eléctrica para las antenas no se restablecía hasta ayer y por ello seguían fuera del aire unos 50 medios de comunicación. “Desde las 21:00 del viernes el fuego tomó fuerza. No sabemos qué hacer”, dijo Julio Nagua, jefe del Cuerpo de Bomberos de Chilla.