María Robledo, de 63 años, no tiene un trabajo estable, por eso ayuda en lo que puede en una tienda que está detrás de su casa en Monte Sinaí, para ganar algo de dinero que le permita comprar alimentos para ella y su nieta Cindy Cevallos (6), con quien vive en la cooperativa Los Arbolitos.

La mujer es una de las 274.000 personas que habitan en ese sector donde las condiciones de vida son vulnerables en varios aspectos, según revela un estudio realizado por Hogar de Cristo.

“Gracias a Dios, cualquier amiga con cualquier cosa me ayuda”, expresa Robledo.

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Aunque dos de sus seis hijos viven cerca, no siempre la ayudan económicamente pues el trabajo es escaso y ellos también tienen una familia que mantener, cuenta la mujer con desconsuelo.

Robledo llegó a la urbe desde Manabí, donde colaboraba con su padre en la agricultura. Vino con la esperanza de mejorar su calidad de vida. Sin embargo, al no conseguir empleo esa aspiración se truncó.

Ella y su nieta almuerzan con $ 2 “cuando hay” y con 1,50 “cuando no”.

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Su falta de ingreso le preocupa, ya que en abril pasado accedió a una casa de la fundación Hogar de Cristo, de la que adeuda con este dos meses, pese a que debe pagar letras de $ 25 mensuales.

Explica que compró la casa de estructura de palo, piso de tabla y paredes de caña, porque su antigua vivienda asentada en el suelo se inundaba en cada estación invernal.

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Robledo es parte del 82% de la población, de una muestra de 8.012 personas, que no puede pagar más de $ 49 por una vivienda.

“Este grupo está casi exclusivamente al margen de todo plan habitacional que es de los que se han desarrollado en el sector”, comenta el español Julián Hernández, uno de los investigadores.

El estudio abarca asentamientos a partir del canal de Cedegé hacia el oeste y otros aledaños como Balerio Estacio, Sergio Toral I, II y III, La Carolina, Reinaldo Quiñónez, Trinidad de Dios, Francisco Urrutia Santillán, Voluntad de Dios, Regalo de Dios, La Victoria y varios del sector noroccidental. Las condiciones de pobreza en la zona alcanzan el 29% y las de extrema pobreza el 25%, dando en total un 54%.

Para este cálculo se considera la línea de pobreza de ingresos per cápita inferiores a $ 70,26 y de extrema pobreza valores inferiores a los $ 40,19.

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Este porcentaje está ligado al acceso a la educación y según Luis Tavara, director social de Hogar de Cristo, las personas más pobres son las que menos nivel de instrucción poseen.

“Los ingresos aumentan claramente conforme aumentan los años de estudio, sea en la escuela o bachillerato”, dice.

De la muestra de la investigación, el 52% tiene nivel de primaria. Mientras que el 21% llega a la instrucción secundaria.

Le siguen con el 11,3% el grupo que se ha capacitado en actividades artesanales prácticas ligadas a personas de mayores edades.

El estudio, que se ha ejecutado con el aporte de la organización alemana Misereor, también revela las condiciones de vulnerabilidad territorial de las personas.

Solo en Monte Sinaí son 6.585 las afectadas por los riesgos de inundaciones y deslizamientos de ladera.

Ángela Castro es una de esas personas. Su casa está muy cerca de un canal que en invierno se rebosa, por lo que en el sitio en donde vive se forma una laguna por la que no se puede transitar ni a pie ni en algún vehículo.

Castro, quien vive con su esposo Cristóbal Villavicencio, llegó a Monte Sinaí hace ocho años y para comprar el terreno en el que vive en una casa de caña hizo un préstamo.

“Antes yo vivía en un cuarto que alquilaba en el suburbio”, relata mientras carga en brazos a un nieto que cuida en el día.

Un aspecto positivo que destaca la investigación, que será presentada mañna en la Universidad Católica, es la conformación de comités barriales, una iniciativa de la comunidad para enfrentar los conflictos de tierra que se suscitaron hace algún tiempo y también para pedir obras a los gobiernos local y nacional.

En la zona del estudio hay 13 comités agrupados en uno general, que preside Walter Plúa. El dirigente destaca como logros de las organizaciones barriales la construcción de una escuela fiscal en el sector conocido como la ciudadela Guayacanes, por parte del Ministerio de Educación.

Cifras

64%
Trabajo.
Ese porcentaje de mujeres no tiene un trabajo remunerado frente al 36% que registran los hombres.

4.288
Personas
. El 54% accede a un trabajo, 3.723 (46%) no.