AFP
VERACRUZ, México.- Francisco quedó huérfano de padre cuando niño y, acorralado por el hambre y las pocas oportunidades, a los 22 años aceptó sumarse al sangriento cartel mexicano de Los Zetas por $ 1.800 mensual, pero murió poco después en un enfrentamiento con el ejército sin llegar a cobrar su primer pago.