A empujones fue sacado de la plaza Rocafuerte (antes plaza San Francisco), ubicada en el centro de la ciudad, varios integrantes de agrupaciones de gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros (GLBT) de Guayaquil.

A  las 17:45 de ayer, unos diez guardias metropolitanos desalojaron a estas agrupaciones que se encontraban en las afueras de la iglesia San Francisco, quienes habían organizado un plantón contra las homolesbotransfobias.

Lía Burbano, de la Asociación Lésbica Mujer y Mujer, manifestó que recibieron agresiones físicas y verbales  de los  metropolitanos.

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Señaló que la paralización  era pacífica y  que  solo pretendían hacer escuchar su voz de protesta en contra de la discriminación a las diferentes tendencias sexuales.

La policía intervino  para calmar los ánimos.

Libre derecho

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Óscar Ugarte, representante de la agrupación Equidad, dijo que estaban en libre derecho de exigir el respeto que se merecen las comunidades GLBT.
Al respecto, el grupo de metropolitanos señaló que los protestantes no contaban con los permisos municipales correspondientes para realizar ese tipo de manifestaciones, por lo cual debían abandonar el sitio.

Pero voceros de las agrupaciones dijeron que continuarían con la protesta y que  esperarían a que se presentase una autoridad policial, que les indicara si podían extender la manifestación.

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Concentración

La concentración estaba prevista para las  17:00. De a poco los convocados fueron llegando al punto de encuentro, en donde con megáfonos y pancartas en las manos los asistentes emitían consignas con las cuales pedían a la comunidad la erradicación de la discriminación.

Entre los asistentes se mezclaron los curiosos, unos apoyaban la iniciativa. “Está bien, ellos también son personas y merecen todo el respeto del mundo”, manifestó un transeúnte, quien prefirió quedar en el anonimato.

Otros solo se limitaban a observar la escena. Y hubo quienes pedían el desalojo de las agrupaciones de esa zona, a la cual consideraban no era la ideal para hacer los reclamos. “Esta es la casa de Dios, deben irse a otro lado a hacer su protesta”, indicó María Carrera, quien en ese instante salía de la iglesia San Francisco.

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Luego de un dialogo entre los agentes de la Policía Nacional y las distintas organizaciones GLBT que se encontraban en el sitio, estas decidieron retirarse del lugar.