Paola Flores, de 31 años, está asilada en la clínica Kennedy. Su condición de salud es estable, pero aún no sabe que como consecuencia de la caída que sufrió al escapar del incendio en el edificio Las Cámaras perdió el producto de su embarazo de entre 26 y 30 semanas.

Según Édgar Lama, director de la casa asistencial, Flores sufrió el desprendimiento de la placenta al caer. “Si bien es cierto, al principio estaba controlado, pero contra esos hechos poco o nada podemos hacer los médicos...”.

La tragedia que vivió Flores durante el incendio fue captada en cámaras. Las imágenes muestran cómo la embarazada trata de descender desde el cuarto piso del edificio, donde participaba de un curso de capacitación.

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“Ella trata de bajar, pero lastimosamente le quemó (las manos) la soga y cayó”, sostuvo su hermano Juan Flores.

Él recordó que minutos antes su hermana llamó desesperada por celular a la madre para informarle del incendio y despedirse de ella porque temía morir calcinada. “Mamá, mamá, hay un incendio; te quiero, te amo, perdóname si te he fallado, quiero que sepa toda la familia que los amo porque quizá no haya otra salida”, habría dicho la joven a su progenitora.

Julio Macay, mensajero de una de las empresas que tiene oficinas en Las Cámaras, contó que observó desde abajo cómo Paola Flores gritaba pidiendo auxilio. “Ella decía: ‘Ayúdenme, me ahogo, no puedo respirar’, se veía angustiada, ella cogió la soga y alcanzó a deslizarse unos tres o cuatro metros”.

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El médico Édgar Lama informó que por la caída la paciente sufrió hematomas en el útero y que “hasta el momento se ha tratado y logrado salvarlo”.