Llegan para sorprenderse, para estar más cerca del mundo silvestre, para imaginar cómo alguna vez –hace más de tres décadas– hubiese vivido en su hábitat natural el Solitario George, la emblemática tortuga de Galápagos que murió el domingo por causas naturales. Con ese propósito, decenas de turistas arriban a la reserva ecológica El Chato, al oeste de la isla Santa Cruz, para admirar los quelonios gigantes.













