Agencias
COCHABAMBA, BOLIVIA.- Los gobiernos de Bolivia, Ecuador y Venezuela acusaron ayer a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de defender intereses políticos y económicos contrarios a sus estados, e iniciaron una campaña en la OEA para recortar sus poderes.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, en el marco de la Asamblea General de la OEA en la ciudad boliviana de Cochabamba, cuestionó a la CIDH, la señaló como defensora de la "libertad de extorsión del periodismo" y pidió urgentes reformas que acaben con "su espíritu de ONG" que sirve a corporaciones.

La CIDH, que tiene su sede en Washington como parte del sistema interamericano, funciona en forma autónoma a la OEA y sus críticos informes perturban a gobiernos de izquierda democráticamente elegidos, como el de Ecuador o los de Venezuela y Bolivia. También Brasil ha defendido reformas al funcionamiento de la CIDH.

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El órgano pidió hace meses a Correa que cesara un proceso judicial contra periodistas que lo caracterizaron como un gobernante autoritario y escribieron sobre negocios del hermano del presidente (Fabricio Correa) con el Estado.

"El mensaje (de la CIDH) es que no se puede enjuiciar a un periodista o a un medio de comunicación. La comisión pretende que los estados seamos siempre sospechosos", dijo Correa ante la Asamblea General de la OEA, que sesiona hasta hoy.

Correa, al hablar después del presidente de Bolivia, Evo Morales, y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, calificó a la CIDH "como uno de los últimos vestigios del neoliberalismo en la región" y pidió a América Latina reaccionar contra sus procedimientos.

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Y calificó de "aberrante" que la sede de la CIDH esté en Washington, cuando Estados Unidos no ha suscrito la Convención Interamericana de Derechos Humanos.

Además, que la Relatoría de Libertad de Expresión es "portavoz de las empresas, que busca criminalizar a los estados y despenalizar la injuria y la calumnia, y que ambas son portadoras de una doble moral y neocolonialismo", por lo que instó a la Asamblea a adoptar cambios.

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El mandatario ecuatoriano llegó el lunes a Cochabamba y es el único jefe de Estado que asiste a la asamblea de la OEA además del anfitrión, Morales, quien hizo una inusual invitación a Correa apenas días antes del encuentro anual en el que suelen deliberar solo los cancilleres del continente.

El embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, dijo ayer que la CIDH "es un instrumento del imperio compuesto por cómplices y pusilánimes".

Venezuela ha sido en los últimos años un crítico del trabajo del argentino Santiago Cantón al frente de la secretaría ejecutiva de la CIDH, cuya función es la de promover y proteger los derechos humanos en el continente americano.

Morales había iniciado el domingo la arremetida contra la CIDH, al plantear una refundación de la OEA y de varias de sus instituciones.

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"En esta refundación de la OEA es importante la universalización de la jurisdicción de la CIDH para supervisar la vigencia de los derechos humanos... Y si no quieren cuidar la vigencia de los derechos humanos en Estados Unidos, mejor que desaparezca la CIDH", agregó Morales en referencia al hecho de que Washington no ha firmado la Convención Interamericana de Derechos Humanos.

Saliendo al paso de Morales, Insulza dijo en el acto inaugural de la asamblea que la reforma del Sistema Interamericano de Derechos Humanos es un asunto en desarrollo, sobre el cual ya hay una propuesta concreta del Consejo Permanente del organismo continental.

Pero "debemos ser especialmente cuidadosos en este aspecto, por cuanto la defensa de los derechos humanos es una de las funciones principales de esta organización", advirtió.

Asimismo, señaló que la propuesta del Consejo Permanente apunta a que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos sea universal, autónomo y de decisiones vinculantes.

Fuentes diplomáticas con conocimiento de las negociaciones dijeron que una reforma radical a la CIDH, como la patrocinada por Correa, podría demorar. La plenaria de la asamblea tiene previsto debatir hoy, en su última sesión, la cuestión de derechos humanos.

Excusa de ir a Cumbre

El presidente de la República, Rafael Correa Delgado, en abril pasado -cuando se excusó de acudir a la Cumbre de las Américas por la no presencia de Cuba-, dijo textualmente: "Después de haber reflexionado he decidido que mientras sea presidente de la República de Ecuador, no volveré a asistir a ninguna Cumbre de las Américas hasta que se tomen las decisiones que la patria grande nos exige".

Sobre Cuba

Ayer el mandatario ecuatoriano, en el foro de la OEA, señaló que el líder cubano Fidel Castro tuvo razón cuando llamó a la Organización de Estados Americanos (OEA) "ministerio de colonias" de Estados Unidos, pero aclaró que no critica al actual secretario, el chileno José Miguel Insulza -sentado a su lado-, cuya labor apreció.