AP
Filadelfia, EE.UU..- Si el mundo se acaba el 21 de diciembre del 2012, como algunos creen que han predicho los mayas, hay suficiente tiempo para ver una exposición sobre la antigua civilización, su complicado calendario y su cultura actual.

Al parecer los expertos en el Museo Penn de Filadelfia le dan muy poca credibilidad al mito del "Apocalipsis", si se toma en cuenta que la exposición no se clausurará sino a comienzos del 2013. Pero dicen que la leyenda, que se ha perpetuado en la cultura popular con películas sobre desastres y encabezados sensacionalistas, representa una oportunidad para involucrar a la población con la sociedad maya antigua y moderna.

Maya 2012: Lords of Time incluye artefactos recuperados de las ruinas mayas en Copán, Honduras, incluyendo joyería de entierros, vasijas para alimentos y figuras de cerámica.

Publicidad

El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, inauguró la exposición el pasado sábado.

La muestra también tiene materiales interactivos que explican la escritura por glifos, propia de esta cultura y sus avanzados calendarios. El mensaje es que aunque la naturaleza humana lleva a buscar una perspectiva antigua sobre el mundo actual, la gente no debería interpretar el calendario maya como una predicción de cataclismos. "Es simplemente el cambio de un ciclo", dijo la curadora Loa Traxler. Considerados miembros de una de las culturas antiguas más grandes del mundo, los mayas vivieron por siglos en México y Centroamérica. Muchas de sus famosas pirámides y ruinas de ciudades se conservan en lugares como Copán, donde 16 reyes mayas gobernaron por 400 años.

Fueron unos de los primeros astrónomos y crearon varios tipos de calendarios al observar los movimientos de los astros. Su calendario de "Cuenta Larga" comenzó en el 3114 a.C. y marca el tiempo en periodos de unos 394 años conocidos como baktunes. El 13 era un número sagrado para los mayas y algunos académicos creen que el 13er baktun termina el 21 de diciembre del 2012. Los expertos del Museo Penn dicen que termina el 23 de diciembre, pero que entonces comenzará otro ciclo del calendario y no se acabará el mundo. La muestra incluye réplicas de grandes piezas talladas en piedra que son demasiado delicadas como para traerlas de Copán, un sitio nombrado patrimonio de la humanidad por la Unesco.