"Desde el fondo de mi alma les pido, a los guayaquileños, que defiendan con el coraje que nos caracteriza, lo que tanto nos ha costado, que Guayaquil no vuelva a ser nunca más botín de piratas, que haya siempre hombres y mujeres dispuestos a dar su vida por defender sus libertades y su derecho a un mañana mejor", dice la segunda placa colocada en una de las dos primas de mármol colocadas en la planchada del Fortín, en el barrio Las Peñas.