QUITO
.- La ceremonia organizada por el Día del Ejército y en conmemoración de los 183 años de la Batalla de Tarqui, realizada ayer en la Escuela Militar Eloy Alfaro de Parcayacu, fue el escenario en el que dos secretarios de Estado recordaran a las Fuerzas Armadas ecuatorianas (FF.AA.) su obligación de obediencia al orden constitucional.

Los ministros de Seguridad, Homero Arellano, y de Defensa, Javier Ponce, llamaron a las FF.AA. a evitar cualquier acto de insubordinación, mantener la disciplina, y respetar la decisión de los ecuatorianos expresada en las urnas.

"Soldado de nuestra patria, confía en un Gobierno democrático, solidario. No permitas que te perturben o confundan; jamás empuñes las armas que no sean para el noble servicio a la patria y nunca caigas en actos de insubordinación o indisciplina", expresó Arellano.

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El pasado 4 de febrero el presidente, Rafael Correa, denunció la existencia de un supuesto Plan Revancha al interior de los cuarteles para desestabilizar su Gobierno. Aseguró que políticos de oposición junto con militares en servicio pasivo y "uno que otro activo" buscan generar malestar en los uniformados por sueldos y compensaciones, similar a lo que ocurrió antes del 30 de septiembre del 2010.

Arellano señaló que una de las prioridades en los cinco años de Gobierno ha sido mejorar la calidad de vida de los uniformados a través de "impensables mejoras salariales" con relación al sector público.

Dijo que antes que asuma Correa la presidencia, en enero del 2007, un soldado percibía mensualmente $ 300 y un subteniente $ 407. Y que en este momento ganan $ 885 y $ 1.387, respectivamente.

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Según Ponce, "no han faltado ni faltan", desesperados intentos provenientes desde sectores políticos interesados en desestabilizar la democracia sembrando incertidumbre entre miembros de las FF.AA.

"El presidente Rafael Correa ya lo advirtió semanas atrás. Creemos, sin embargo, que por sobre esos intentos que pueden encontrar eco aislado en algunos miembros de la institución militar, se impondrá el alto sentido de responsabilidad y lealtad demostrada por las FF.AA. por el orden constitucional".

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Añadió que el Gobierno decidió hacer transparente su relación con la institución militar y subrayando la dirección política de las FF.AA. con la implementación de cuatro objetivos: atender las condiciones laborales de los uniformados, realizar "sacrificios económicos" para transformar las condiciones operativas, procurar estabilidad institucional y de sus mandos y apuntalar el compromiso de las FF.AA. en la seguridad ciudadana.

Correa aseguró la semana pasada que el proceso de reestructuración de las FF.AA., hasta el año pasado, le representó al Estado $ 680 millones.

Arellano y Ponce insistieron en la voluntad del Gobierno para destinar los recursos para la recuperación de la capacidad operativa de las FF.AA.

"Por todo eso basta de dilaciones. Necesitamos vuestra patriótica y eficaz contribución en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico", precisó Arellano.

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En la ceremonia, Marco Vera asumió la Comandancia de la Fuerza Terrestre en reemplazo de Patricio Cárdenas.

Llamado

El comandante del Ejército, Marco Vera, hizo un llamado, ayer: "En este cambio de época (...) requerimos seguir siendo un Ejército profesional, altamente operativo, disciplinado, cohesionado, leales y transparentes".

Nuevos cambios

Para abril próximo se prevé cambios: el jefe del Comando Conjunto, Ernesto González, será reemplazado por uno de los tres oficiales más antiguos: Leonardo Barreiro, Jorge Gross o Marco Vera.