En el año 2002, un espectáculo cultural inédito se presentó en Esmeraldas. Era el primer Festival internacional de Música y Danza afro, que organizó el Municipio de Esmeraldas, como respuesta a las actividades que en años anteriores no tuvieron la acogida.

Kathia Ubidia, directora del departamento de Cultura del Municipio, dice que el carnaval del 2001, hicieron El Papá de los Tapaos. “Fue un fracaso, nos sobró tanta comida que tuvimos que regalar”, recuerda. Al ver que la mayoría de habitantes acudía en carnaval a la playa La Palmas, con Antonio Preciado, entonces director de Cultura, hicieron el primer festival.

“No sabíamos cómo iba la gente, la idea central que nos motivó a hacer el festival fue elevar la autoestima de los esmeraldeños, especialmente de los negros, que se sientan orgullosos de su cultura”, dice.

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Hoy, una década después, el evento, que se inauguró anoche con un desfile por las calles esmeraldeñas, tiene trascendencia mundial, pues participan 650 artistas de nueve países. El ganador del concurso, que culminará el martes próximo, recibirá la Marimba de Oro.

El festival tuvo acogida desde el inicio gracias al apoyo de verdaderos enamorados de la cultura afro en Esmeraldas, dice Ubidia. Uno de ellos es Segundo Mosquera Casierra, director del grupo Jolgorio Internacional, quien participa en el evento desde su creación.

Casierra recuerda: “Nosotros como grupo Jolgorio Internacional tenemos 42 años de fundación, pero la mayoría de nuestras presentaciones las realizábamos fuera de Esmeraldas porque aquí no se apreciaba la música nuestra”.

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Con la realización del Festival, Jolgorio pasó a ser ampliamente reconocido en Esmeraldas y por los esmeraldeños. “Ganamos dos veces la Marimba de Oro, en los años 2004 y 2006, y nuestra música, nuestra danza y nuestra coreografía pegó ampliamente. Hoy podemos decir que gracias a este festival, Jolgorio es el ícono musical cultural de Esmeraldas”, agrega.

Este concurso atrae a grupos de música y danza afro de diferentes partes del mundo, inclusive de continentes como Europa, África y Asia. Pero el mayor alimentador de concursantes es Colombia, que cada año solicita nuevos cupos para inscribir más grupos para el festival. “Tenemos que restringir la participación debido a la gran cantidad que desea estar en este festival”, dice el alcalde esmeraldeño Ernesto Estupiñán.

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Este año, el invitado especial es Japón y la delegación más numerosa viene desde Benin, África. La ciudad está engalanada para esta cita mundial afro.