Manuel Toro
ESMERALDAS.- En Barlovento, una comunidad ubicada en la parroquia Tonchigüe, en el cantón Atacames, los agricultores dicen que el ganado ha empezado a morir por falta de pasto. Parte de este cantón ubicado al sur de Esmeraldas, al igual que Muisne, ya presentan montañas áridas y los ganaderos buscan la forma de abastecer de agua y hierba a sus reses.

Así, esta provincia se suma a Manabí y El Oro, que registran inconvenientes con el estiaje. Incluso en Manabí ha muerto casi medio centenar de reses desde noviembre a la fecha.

Horacio Moreira, presidente de la Corporación de Ganaderos de Esmeraldas, dice que este fenómeno es cíclico y que, lamentablemente, no se tomaron las precauciones, pese a los ofrecimientos gubernamentales. Puso como ejemplo que el año pasado se anunció, por parte del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magap), la construcción de más de 40 albarradas para que el ganado tuviera agua durante la sequía, pero de ellas solo cuatro sirvieron. El resto fue una inversión inútil, aseguró.

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"Lamentablemente, tenemos que decirlo, se invirtió mucho dinero en obras que no sirven para nada, que no nos han beneficiado a los ganaderos", dijo. Las quejas por falta de lluvias no solo vienen desde la zona sur de la provincia, sino también desde el norte, donde los ganaderos del cantón Rioverde, inclusive, están pidiendo una declaratoria de emergencia.

Por ello, Horacio Moreira dijo que los propietarios de fincas y haciendas tienen que hacer milagros para alimentar a sus reses. Llevan agua y pasto desde otros sectores, lo cual genera pérdidas económicas. "La sequía ocasiona que el animal enferme; así no mueran las reses, nosotros ya sentimos el impacto de las pérdidas", señaló.

Ayer, Esmeraldas estuvo durante la mañana con cielo cubierto pero no hubo lluvias.