En el parque de Urdesa, la tarde del pasado sábado, se escucharon balbuceos que no precisamente llegaban de la boca de humanos. En realidad se trataba de un grupo de 80 ‘zombis’ que escogió este lugar para empezar su caminata a lo largo de la avenida Víctor Emilio Estrada hasta el bar-restaurante El Manantial.

Personas maquillando a otras con sangre falsa y otros elementos, jóvenes –en su mayoría– aguardando con sus trajes rotos, sucios y ensangrentados por el inicio de la Tercera Caminata Zombi, marcaron el preámbulo de esta actividad, organizada por la Comunidad Zombi Gye, integrada por Arturo García y Carlos Javier Reyes a la cabeza.

García comentó que el año pasado cincuenta ‘zombis’ caminaron por la ciudad, pero que este año le dieron más promoción a su ‘terrorífica’ idea, a través de redes sociales. Reyes explicó que más que un gusto por los zombis, se planifican estas citas en homenaje a la literatura del horror, pero que han escogido como eje a estos seres, debido a la facilidad que conlleva hacer un traje para personificarlos.

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Una de las ‘zombis’ de la tarde fue Lyanne Silva. Para ella fue su primera oportunidad de mostrar sus dotes de ‘muerta viviente’. Ella asistió acompañado de otros compañeros de la carrera de Teatro de la UEES.

Por ahí también se vio a Andrés García, quien hizo su debut ‘mortal’ en la tarde macabra. Su amigo, Guido Bajaña, otro participante, afirmó: “Una intervención de esta manera en un espacio público es algo genial”, mientras que las hermanas Sarah y Cindy Vélez coincidieron, antes del recorrido, que iban a tomarse muy en serio sus roles de zombis.

A las 17:00 los ‘muertos vivientes’, que recordaban escenas del famoso video Thriller de Michael Jackson, salieron del parque de Urdesa y siguieron por las veredas de la Víctor Emilio Estrada. Algunos de los peatones que pasaban cerca sonreían, nerviosamente, y se apartaban. Otros, desde los locales comerciales y restaurantes, sacaban sus celulares para capturar las imágenes de esta caminata que ya ha sido protagonizada por otros ‘muertos’ en EE.UU., México o Argentina.

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Ciertos automóviles circulaban lentamente y pitaban en son de aprobación y desde los buses, muchos se asomaron por las ventanas para lanzarles frases de aprobación a los ‘zombis’. Los peatones ‘vivos’ más osados se acercaron a los monstruos y se tomaron fotos, sin temor a ser ‘devorados’.

Los 80 caminantes llegaron finalmente a El Manantial y sus balbuceos de un comienzo se convirtieron en gritos de festejo. Aún con sus disfraces encima, ya habían vuelto a ser humanos otra vez.